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Voto de El halcón maltés:
10
Romance. Drama Leonard (Joaquin Phoenix) es un joven psicológicamente inestable que intenta recuperarse de su última crisis bajo la atenta mirada de sus padres. Inesperadamente entran en su vida dos mujeres: la encantadora y sencilla Sandra (Vinessa Shaw), hija del nuevo socio de su padre, y Michelle (Gwyneth Paltrow), una misteriosa vecina que parece no encajar en un barrio tan anodino. (FILMAFFINITY)
18 de febrero de 2010
44 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llevo muchos años diciendo, (concretamente desde que vi Little Odessa), que James Gray me parece uno de los mejores directores del mundo. Lo ha confirmado de nuevo haciendo un espléndido trabajo, con una historia fascinante a la que le aplica su sello personal, reflexivo y perturbador.

Me enervo cada vez que pienso en la multitud de bodrios que han llegado a este país desde que se hizo esta película, que ni siquiera ha sido estrenada. No entiendo el maltrato que hacen a obras como esta los distribuidores y empresarios, estrenando una y otra vez films planos sin ningún mérito creativo. Será eso de pan y circo para que el pueblo no piense. No encuentro director en el mundo tan bueno como este y tan maltratado a la vez.

Como dije en una crítica anterior, es un realizador que rueda como en los 40, con guiones consistentes, sin bajones, con exquisita dirección de actores. Joaquin Phoenix vuelve a demostrar que es el mejor actor de su generación, actúa con una sencillez y naturalidad asombrosa pero a la vez con corazón. La dimensión que otorga a este personaje con trastorno bipolar es insólita, con una composición bestial, profunda y compleja en una extraordinaria exhibición. Pero también impresionantes, en todos los aspectos, están Vinessa Shaw y Gwyneth Paltrow. Tres personajes muy diferentes con un factor en común, la soledad.

Nueva York está viva, es un personaje más en sus películas, fotografiada con tonos fríos, negros profundos, todo fluye de una manera excepcional. Gray es un gran narrador de historias pero también es sombrío, incómodo y turbio. Sus relatos respiran autenticidad y personalidad, con un tono taciturno, inédito y absorbente.

Como es habitual, desarrollo impecable de personajes, detallados a la perfección en menos de 2 horas. Esta cualidad solo me recuerda una vez más, que sintetiza como en la época dorada de Hollywood, como los buenos. El comienzo es sólido, el núcleo apasionante y el final descomunal. Este director no se casa con nadie; no acepta encargos ni dirige grandes producciones para ganar dinero, simplemente se compromete a hacer un tipo de cine valiente, de autor, innegociable y sin concesiones, esperemos que por mucho tiempo.

Hoy en día estamos acostumbrados a directores que se empeñan en hacer planos chulos o movimientos de cámara espasmódicos, al servicio de la nada, para impresionar al personal. Yo prefiero una ejecución más serena, controlada, sin aspavientos gratuitos, que me recuerdan al mejor Eastwood, quizás el único realizador actual con el que comparte estilo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
El halcón maltés
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