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Voto de horacio:
9

Voto de horacio:
9
6.4
58,038
Drama
Biografía del polifacético Howard Hughes, un hombre que con el poco dinero que heredó de su padre se trasladó a Hollywood, donde amasó un gran fortuna. Fue uno de los productores más destacados del cine americano durante las décadas de los treinta y los cuarenta. Lanzó al estrellato a actrices como Jean Harlow y llegó a ser dueño de la RKO Radio Pictures. Pero Hughes, además de productor, fue un gran industrial y comerciante que ... [+]
8 de noviembre de 2010
8 de noviembre de 2010
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sobrevivo solo al terror en el que fui criado: en un mundo de impecable lujo, unas delicadas manos de mujer que me limpien con un jabón especial que me ayude a protegerme de una imposible protección porque el mundo entero tiene manos cargadas de peligros.
Con el tiempo me lavaré yo solo, sin nadie que me acompañe, pero al principio fue mi madre, tan dulce, tan hermosa, tan húmeda encarnando la belleza infinita del sexo femenino mientras paseaba sus manos enjabonadas por mi cuerpo desnudo. Su belleza y el deseo de conquistarla en todas las mujeres ha sido una búsqueda sinfín, inalcanzable, pobre de mí, enfermo crónico en eterna cuarentena.
Mientras tanto vuelo en aviones que yo mismo invento, me divierto haciendo películas difíciles, de hecho hago Ángeles del infierno con 26 cámaras y bajo las risas de los gigantes del cine como Mayer, pero la termino después de 3 años y tras gastar una fortuna, la más cara y la más emocionante, porque todos se rinden a mis pies y a mí no me importa, no me interesa ver a tantos periodistas, tantos focos cegadores, tantas voces altisonantes, sólo me interesan las hermosas mujeres entre mis manos impolutas y conquistar nuevas empresas, preferentemente aviones: los más rápidos, los más fuertes, los más poderosos... Y me da igual cuantos accidentes terribles tenga, cuanto sufra, si mañana puedo volver a emprender nuevas posibilidades.
Tengo enemigos feroces y unas voces en mi interior más temibles aún, y las mujeres más hermosas a mis pies, pero yo, yo creo que no estoy capacitado para amar, yo creo que volar me produce una sensación de vértigo y la posibilidad de ser yo mismo libre de ataduras, pero de momento, de momento, de momento, mierda, ya empiezo otra vez con la repetición de las palabras, repetición de las palabras, repetición de las palabras.
Martin Scorsese indaga, exhibe, se involucra con su vehemencia y sensibilidad habituales para contar esta historia; reconstruye los años 20 y 40 en un ejercició de extraordinaria belleza plástica para construir la historia de un hombre tan extraordinariamente inteligente y audaz como vulnerable a la paranoia de terrores ancestrales.
Casi 3 horas de excitante recorrido con admirables interpretaciones. Alrededor de un Di Caprio que empieza a superar al eterno adolescente, brillan con luz propia Cate Blanchett, en una impresionante de Katharine Hepburn, a quien imita, parodia y admira; Kate Beckinsale en el papel de Ava Gardner, poco parecida físicamente, pero muy precisa en gestos y personalidad indomable; Alec Baldwin y Alan Alda conforman una perfecta pareja de perversos dispuestos a todo con tal de obtener beneficios económicos; en breves papeles: Ian Holm, Jude Law, Willem Dafoe impactan y conmueven, cada uno en su medida.
(Sigo en spoiler por falta de espacio)
Con el tiempo me lavaré yo solo, sin nadie que me acompañe, pero al principio fue mi madre, tan dulce, tan hermosa, tan húmeda encarnando la belleza infinita del sexo femenino mientras paseaba sus manos enjabonadas por mi cuerpo desnudo. Su belleza y el deseo de conquistarla en todas las mujeres ha sido una búsqueda sinfín, inalcanzable, pobre de mí, enfermo crónico en eterna cuarentena.
Mientras tanto vuelo en aviones que yo mismo invento, me divierto haciendo películas difíciles, de hecho hago Ángeles del infierno con 26 cámaras y bajo las risas de los gigantes del cine como Mayer, pero la termino después de 3 años y tras gastar una fortuna, la más cara y la más emocionante, porque todos se rinden a mis pies y a mí no me importa, no me interesa ver a tantos periodistas, tantos focos cegadores, tantas voces altisonantes, sólo me interesan las hermosas mujeres entre mis manos impolutas y conquistar nuevas empresas, preferentemente aviones: los más rápidos, los más fuertes, los más poderosos... Y me da igual cuantos accidentes terribles tenga, cuanto sufra, si mañana puedo volver a emprender nuevas posibilidades.
Tengo enemigos feroces y unas voces en mi interior más temibles aún, y las mujeres más hermosas a mis pies, pero yo, yo creo que no estoy capacitado para amar, yo creo que volar me produce una sensación de vértigo y la posibilidad de ser yo mismo libre de ataduras, pero de momento, de momento, de momento, mierda, ya empiezo otra vez con la repetición de las palabras, repetición de las palabras, repetición de las palabras.
Martin Scorsese indaga, exhibe, se involucra con su vehemencia y sensibilidad habituales para contar esta historia; reconstruye los años 20 y 40 en un ejercició de extraordinaria belleza plástica para construir la historia de un hombre tan extraordinariamente inteligente y audaz como vulnerable a la paranoia de terrores ancestrales.
Casi 3 horas de excitante recorrido con admirables interpretaciones. Alrededor de un Di Caprio que empieza a superar al eterno adolescente, brillan con luz propia Cate Blanchett, en una impresionante de Katharine Hepburn, a quien imita, parodia y admira; Kate Beckinsale en el papel de Ava Gardner, poco parecida físicamente, pero muy precisa en gestos y personalidad indomable; Alec Baldwin y Alan Alda conforman una perfecta pareja de perversos dispuestos a todo con tal de obtener beneficios económicos; en breves papeles: Ian Holm, Jude Law, Willem Dafoe impactan y conmueven, cada uno en su medida.
(Sigo en spoiler por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Detrás de tanto ruido y conflictos permanentes, yo, Howard Hugues, poderoso, influyente, valiente y rico heredero trabajo de sol a sol en nuevos proyectos pero a menudo me siento un pobre tipo incapaz de disfrutar de algo más que los primeros momentos de intenso placer con una mujer, después temo volverme loco y todo se va convirtiendo en algo que convirtiendo en algo que no logro dominar no logro dominar no logro dominar.