Neil Marshall dirige una de las películas de terror más interesantes del último panorama del terror y suspense, con esta angustiosa película, la cual hay que ver con nervios de acero pues, a pesar de sus pros y sus contras, contiene momentos realmente tensos y sangrientos.
Quizás el contener gore fácil en alguna que otra escena reste algo de valor, pero las impagables y agobiantes secuencias de descenso te oprimen el alma.

Buena película, llena de tensión y con un final algo frustrante.