“Scarface” es sin duda una de mis películas favoritas como amante del género. De hecho se ha consolidado como uno de los mejores filmes de su década. Sin embargo la crítica no fue nada buena en su época tildándola de excesiva y rocambolesca, debido a sus fuertes escenas de violencia. Sin embargo pasa lo que pasa con las incomprendidas del cine al convertirse no solo en una película clásica , sino en ser casi el ejemplo de las actuales cintas de acción.

Brian De Palma, con un arma punzante, se acercó a nosotros, y tomó una decisión, la de marcar nuestra vida, de una manera peculiar, cada escena nos atacaría, vapulearía nuestros sentimientos, arrollaría nuestras mentes, la interpretación de Pacino, a día de hoy, sigue siendo nominada por muchos a la mejor interpretación cinematográfica de la historia, éste filme, lleno de dinero, corrupción, pasión, y de violencia. Consta de un argumento complejo, con gran reparto, que no escatima en detalles, a día de hoy, millones de filmes, videojuegos, canciones, libros, hacen referencia a ésta obra maestra de un genio, de un genio que quiso plasmar un ambiente único, unas escenas de violencia verbal, de violencia física, jamás una bala dolió tanto, jamás un corazón sintió tanto, jamás un hombre fue tan honrado y a la vez tan mísero.

La película es un fiel reflejo de la estética, las modas y los sonidos de los 80. Filmada en Los Angeles para evitar controversias a la hora de rodar, sobre todo por la comunidad cubana que no estuvieron de acuerdo con como se trataría su imagen, dado que la cinta incluye grandes dosis de violencia, mucha de ella inspirada en crímenes reales, que causó gran controversia e intentos de censura en diversos países. Fue un gran éxito de taquilla aunque fue duramente criticada por la comunidad cubana en Miami.

Las actuaciones son brillantes, con un reparto actoral de primera, es una cinta hecha para Al Pacino. Es un maestro en este tipo de personajes: cínicos, irónicos, fríos, pero a la vez raciales cuando se les toca lo más querido (su reputación, su familia…) Y demuestra todos los matices de su interpretación en cada gesto, hasta en la forma de sentarse está diciendo algo. Pacino lleva el peso más cargado de la historia, nos regala un Montana duro, maquiavélico, paranoico, pero al contrario de expresar antipatías, al final solo sentimos pena por el, y se le llega a coger hasta cariño. Michelle Pfeiffer con solo 24 añitos, engreída, antisocial, le pone el misterio junto a la sexualidad que bien sabe explotar mi querida Michelle. Steven Bauer, que desde el principio de la cinta se nutre de la maldad del primo para vivir sin objetivos ni ambiciones. Siempre a la sombra.

En definitiva, sería algo así, como, “con dos cojones llegué a los mas alto, sin dinero, sin estudios, sin educación, siendo un chulo mal hablado” Tony Montana para mí marca un antes y un después en la historia del cine. Obra maestra.