En una suerte de enredo por tratar de ver en el desarrollo si la película se trataba de la precuela de la historia de Dorothy en OZ, hace ya bastantes décadas, esta entrega a cargo de Sam Raimi (responsable de SpiderMan con Tobey Maguire) queda en deuda al menos con el público que esperaba más de la historia.

Al amparo de Disney, el carisma de James Franco no basta para dar inflexión y matices a una trama que prometía más de lo que finalmente le da al público. Quizás por esto prefiero recomendarla para menores de edad que, lamentablemente, tampoco tienen mucha razón sobre la importancia de la palabra 'Oz' en el mundo del cine hollywoodense.
El film tiene buenos momentos pero se queda en eso. Es extenso, con dos horas y algo pero esa duración no se justifica si evaluamos al final lo que nos dejó como resumen y mensaje. Es decir, si teníamos que pasar todo eso para enterarnos de un fondo tan simple y algo vacío la verdad hubiésemos pasado de la cinta a otra con mejores posibilidades.

En otros aspectos, la traducción del título fue caprichosamente modificada sin necesidad. Posiblemente en 3D la película encante en algunas tomas pero no alcanza para avalar el resto. Hasta Danny Elfman se pierde en el torbellino de muchos efectos pero poca sustancia.

'Oz' pierde una gran posibilidad de lograr más en aquel público exigente que evoca a Dorothy y el camino amarillo, extrañando algún guiño más notorio que ate las cintas de diferentes épocas, pero no. Solo se hace un film para niños, que encasillarán posiblemente esta trama, como una más de mundos de fantasía y lejos por ejemplo de lo logrado por Tim Burton en el remake de "Alicia regresa al país de las maravillas".

Olvidable y pecando de explotar la diferencia entre los mundos, su referencia musical y contenido humano, esta precuela del mundo mágico, se queda como otras, en intenciones mal entendidas y recursos mal compaginados.

:(
CONCLUSIÓN
Decepcionante paseo. Para niños sin afán crítico.