Traviesa y tierna. “Lilo y Stitch” (2002) tiene la personalidad de su pequeña protagonista por todas partes. Tiene ese “algo” de las antiguas animaciones Disney y pese a su intro medianamente compleja de captar para todo público, posee un sello familiar clásico.

Stitch tiene una evolución de personaje que aunque predecible es todo lo que esperamos ver en una película de estas características: mensaje, redención, familia y todo con mucha entretención.

El factor musical genera una empatía natural así como los entornos amables de Hawai, lo que contrasta con la génesis cósmica de Stitch, posiblemente lo que hace más “ruido” dentro de la armonía del resto del film, pero de eso se trata, de lo que no encaja, de la adaptación, aceptación e inclusión, aunque el sello Disney suele tratar muchos temas de guante blanco hay cosas que son de consenso transversal.

Todo lo que puede salir mal, saldrá pero no obstante el camino recorrido por los personajes y la inocencia de una niña poco comprendida en su mundo de fantasía nos muestra que la unidad de los seres queridos puede con cualquier obstáculo. ¿Tendencia al cliché? absolutamente, pero ¿se negarían a un mensaje de este tipo?

Lo principal es que esta singular y dispar pareja de personajes y sus aventuras funcionan, de forma simple pero con la ternura y alegría como arma innegablemente efectiva.

Recomendación:
Entretenida. Una sencilla y tierna historia infantil con alcances adultos.

=Cité de Buyinski= www.buyinski.wordpress.com