Como una serie de sketchs con situaciones divertidas aunque de remates dispares, Adam Sandler revive a la pandilla de "Grown up" (2010), traducida en Chile con el título de "Son como niños" y encabeza esta nueva aventura de jóvenes partiendo por el elenco de hace unos años y el director Dennis Dugan, aliado de Sandler en proyectos exitosos y otros no tanto.

Nuevamente recurriendo a los personajes de la primera entrega, se nos muestra esa mezcla entre recuerdos de tiempos pasados con anécdotas y la comparativa con las cosas en la actualidad. Los vecinos, hijos y las viejas costumbres caen sin mucha pompa en reiteradas reseñas mixtas de bullying con toques de mal gusto, que aunque burdos son más ridículos que grotescos.

La liviandad del argumento aunque obvia es un importante filtro hacia el público objetivo de la cinta, que incluso sin haber visto el film anterior, ve precisamente en esta falta de profundidad un plus para hacer llevadera poco más de hora y media de duración.

Si bien tiene momentos hilarantes, son sólo eso, entretención pasajera que de todas maneras en ningún momento se vende como algo más. Es honesta en este punto pero no por eso es mejor película, por el contrario, se levanta como una opción omitible o anticipablemente en deuda para quienes dudan frente a una buena opción en cartelera.

El elenco da para pensar que se podría haber hecho algo más y se convierte en una farra de comediantes que se hace un flaco favor a si mismos. Las mujeres como Salma Hayek, Maria Bello y April Rose (googlee para indagar) por su parte destacan por su belleza y curvas más que por su despliegue actoral.

En resumen, "Son como niños 2" es una invitación a una fiesta para pasar el rato y donde nadie está obligado a aceptar ir, pero de hacerlo es poco autocrítico echarle la culpa a Sandler sin un mea culpa y en cuanto a gustos, no hay nada estándar.

Recomendación:
Floja opción de la cartelera y que de seguro será tratada como tal.