A favor, sin duda su gen de película liviana, sin más aspiraciones que entretener y abrochar una comedia medianamente lograda con un sentido de agilidad tan pasajero como la colorida galería de personajes que entran y salen de sus escenas cual sketch de variedades. En contra, quizás esto mismo. Volverse poco recordable, ser ave de paso sin tapujo alguno aunque digamos que por estos días, a veces eso basta para sacar secuelas e inventar sagas innecesarias.

«Tren bala» (2022) derrocha estilo, juega a tener gracia, cuento, sin siquiera darse el trabajo de resolver cabos. Acá nada de eso es relevante y de cierta forma el espectador lo sabe. Se antoja mucho haber visto una trama así de simple pero bajo la mirada de otro realizador, un Guy Ritchie o el propio Quentin Tarantino para darle ese plus que falta y del cual adolece toda la película.

El desorden jocoso de sucesos en el relato de esta comedia de acción es tan antojadizo como la irrupción de personajes que parecen haber sido casteados sin muchas promesas detrás más que ser parte de un millonario gac colectivo con garantías de taquilla tanto por su peculiaridad, simpleza y de hecho, el reparto llamativo en nombres.

Por eso y más «Tren bala» se queda en lo regular, porque podría haber sido un hitazo que más allá de la pirotecnia, enganchara con perfiles más depurados, sonido de culto y una promesa cumplida sembrando bases de algo por lo que valiera la pena volver o seguir con continuidad en otra aventura. Nunca se sabe, pero al menos este tren ya salió.

Recomendación:
Regular. Es liviana y despreocupada pero como era ciertamente anticipable, carece de coherencia, profundidad y la calidad para ser recordada.

=Cité de Buyinski= buyinski.blog