Pese a las apariencias, no es una cinta sobresaliente más allá de los perfectos efectos especiales y el creativo diseño de producción; efectivamente maneja algunos conceptos científicos acerca del universo, mismos que tienen que ser adaptados para hacer una historia congruente, lo que los convierte ipso facto en paja; el guión es el estereotipo más utilizado adornado muy coquetamente para llevar a término una película de taquilla. Ideal para un día de relajación y de locuaz aventura imaginaria que se olvida en menos de tres horas, quid pro quo para Nolan. Por lo tanto no podemos describirla como una peli didáctica que te abre las puertas al conocimiento (como la describe un fulanito en una página leonesa que rola por ahí) ni mucho menos; así que si vas a ver Interestelar, disfrútala como lo que es, pan con lo mismo y una pizca de programación en 3D, y no te vayas con la finta de que un rato de imaginación ajena es la neta; la neta para imaginar, abrir puertas de conocimiento y viajar al cosmos de propia mano, está en el librero más cercano.