Esta película tiene sus cosas buenas y otras no tan buenas.
Su mejor baza es el argumento, una interesantísima historia de misterio que mezcla temas muy sugerentes. Religión, ciencia y fenómenos paranormales se mezclan en una trama con muchos matices. Tan interesantes son las manifestaciones extrañas de la estigmatizada como los diálogos que mantiene con el cura o las escenas en el Vaticano y la investigación en Brasil. Todo un compendio de temas muy atractivos. De hecho hay algún que otro momento que puede hasta dar miedo.
Pero aunque lo que cuenta está muy bien, la forma en que lo hace ya no tanto. El director tiene un estilo narrativo muy raro. A la hora de mostrarnos los fenómenos extraños y de estigmatización, la cámara no para de moverse, con planos muy bruscos y un montaje muy confuso que es más propio de un video musical que de una película. Esto descoloca un poco al espectador y creo que no transmite la emoción que debería. Tampoco tiene unos efectos especiales demasiado espectaculares, la verdad sea dicha.
Otra pega que le veo es su banda sonora. Tanto los temas compuestos como las canciones son horrorosas y están muy fuera de lugar siempre. No hay ninguna música que esté acertada.
Pero afortunadamente los actores salvan la situación. Los dos protagonistas realizan un buen papel. Están muy creíbles.
Pero como digo, lo más interesante es el argumento, al que se le puede sacar mucho fruto. Hay debate entre ciencia y fe, dilemas morales, así como una fuerte crítica a la Iglesia.
Uno de los mejores thrillers de misterio y religión que he podido ver hasta ahora.