Nunca he entendido demasiado bien por qué esta película no se considera como un título oficial de la saga del agente más famoso del mundo. Supongo que será por un tema de derechos de autor.
Para mí siempre ha sido una más, aunque tenga la particularidad de haberse hecho en un momento en el que Roger Moore era James Bond (aunque estaba terminando su etapa) y en el que Sean Connery ya se ve demasiado “cascado” para ser 007.
La película, con todo, es flojita.
Tiene muy pocas escenas de acción. Quitando lo del principio, la escena de la moto (que es bastante corta) y el final, la adrenalina sube bien poco para ser una película de estas características.
Además, es demasiado larga para lo que cuenta, superando las dos horas de manera totalmente innecesaria.
Luego tenemos a Connery. Se agradece ver al Bond original una vez más, pero ¿en qué estaban pensando? Quizás hoy en día (2016) no queda tan raro ver a un héroe de acción entrado en años, pues ahí siguen Harrison Ford, Stallone y Arnold dando algo de caña. Pero es que James no es solamente un agente secreto capaz de cualquier cosa, sino que también es un galán seductor de mujeres, y viendo al bueno de Connery aquí, extraña que pueda ligarse a una jovencísima y absolutamente espectacular Kim Basinger. No hay quien se lo crea, y queda incluso un poco patético.
El malo está perfectamente interpretado por el que sale en “Memorias de África”, pero no tiene tanto carisma como algunos otros villanos de la saga. Casi prefiero a Max von Sydow haciendo de jefe de “Spectra”, aunque sale bastante poco.
El argumento, aparte de ser bastante simple, peca de ser un “remake” descarado de “Operación trueno”, que precisamente era una de las más flojas de Connery. ¿Por qué decidieron hacer esto? No le veo sentido, y aquí podrían haber recreado con más medios las escenas de lucha submarina, y sin embargo han desperdiciado esa oportunidad.
Lo cierto es que la escena que más me queda en la memoria es la del videojuego en el casino.
Como fan de la franquicia, el film me gusta, pero con todos esos defectos que he comentado no se puede considerar la mejor ni muchísimo menos. Además, no le veo demasiado sentido a que sea un “remake” de otra entrega, ni de que sea Connery el que la hiciera con canas y arrugas. Quizás diera el pego bien en “La roca”, que es muchísimo posterior a ésta, pero en el papel de James Bond, rotundamente no.
Por cierto, ¡qué curioso que aparezca Rowan Atkinson (Mr. Bean) de joven!