Una vez más, un tipo que parece buena gente se infiltra en la apacible vida de una familia americana de clase media, aunque en esta ocasión sin hijos.
Una vez más, poco a poco se descubre que el tipo no tiene nada de bueno, y los protagonistas lo pasarán bastante mal.
Este molde de thriller fue exageradamente sobreexplotado en los 90, hasta morir de puro agotamiento. Quitando las más punteras ("El cabo del miedo" o "La mano que mece la cuna", por ejemplo), las demás son todas casi iguales, como para no darles más de un 6 de nota.
En este título, lo mejor que tienen que ofrecer es su reparto.
Madeleine Stowe triunfó en esa década, aunque su carrera no se ha mantenido al alza después.
En cuanto a los otros dos actores, son tipos versátiles que normalmente siempre trabajan bien.
Liotta tiene aquí una doble cara muy interesante.
La película se mueve en esa línea de thriller tantas veces explotada, que si uno ha visto ya muchas de este tipo, puede resultar un tanto descafeinada y previsible.
Como digo, solo la salva de la mediocridad el trabajo de los actores, que no es que sea de Óscar, pero convence.
Como curiosidad, tenemos un "cameo" del señor Futterman de "Gremlins".
Ah, y por si no ha quedado claro, la contraseña es "pirámide". ¡No se puede ser más primo!