El tremendo éxito de las adaptaciones de Harry Potter abrió un nuevo filón en un Hollywood siempre ávido de taquillazos. Esto dio lugar a algunos buenos títulos ("Las crónicas de Narnia") y otros lejos de poder llamarse así ("Los seis signos de la luz", "La brújula dorada").
"Las crónicas de Spiderwick" es otra adaptación de una obra literaria, en este caso algo más infantil que juvenil.
La familia protagonista va a vivir a una casa en la que habitan duendes y trasgos invisibles al ojo humano, salvo por cierto hechizo o usando una piedra mágica.
Se forma una guerra por conseguir el libro de Arthur Spiderwick, que era el anterior dueño de la casa y descubrió todos los secretos del mundo oculto.Es una película esencialmente familiar, con unas criaturas claramente diseñadas para el público infantil. De todas formas está pensada para que le pueda gustar a cualquiera. Me recuerda levemente a "Jumanji" y un poco también a los "Gremlins" y "Pequeños guerreros".
No he leído los libros, pero el film da la sensación de que todo pasa demasiado deprisa, y eso que dura menos de 90 minutos.
En el mundo fantástico solo se nos muestra el claro de las sílfides, lo que no da lugar a mucho espectáculo. Casi toda la aventura transcurre en los alrededores de la casa y no da demasiado juego.
Con todo, la historia entretiene y va siempre al grano, entre otras cosas por lo corta que es. Los niños, absolutamente desconocidos, no actúan mal y los efectos especiales son aceptables, aunque no destacan después de todo lo que estamos acostumbrados a ver ya a estas alturas.
Es una película divertida pero que ni pasará a la historia ni que permanece mucho tiempo en la memoria del espectador.