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España España · Almendralejo
Voto de Siferval:
6
Drama Narra la historia de Margaret y Walter Keane. En los años 50 y 60 del siglo pasado, tuvieron un éxito enorme los cuadros que representaban niños de grandes ojos. La autora era Margaret, pero los firmaba Walter, su marido, porque, al parecer, él era muy hábil para el marketing. (FILMAFFINITY)
16 de octubre de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película de Tim Burton (Big Fish) que es muy poco Burtoniana. Este es el resumen que se puede hacer de esta historia basada en un hecho real que en su época dio mucho que hablar por el contexto en que se movía.
La película es un ejemplo de cómo se puede ambientar a la perfección la década de los 50 y los 60. Un trabajo de producción digno de un clásico, de una película de aquella época, que se mueve con un buen gusto estético, fotografía similar a la de antaño y unos diálogos conformes a lo que se estilaba en aquellas míticas producciones. Todo esto aderezado por la fantástica BSO del compositor fetiche de Tim Burton, Danny Elfman. A toda esta buena composición de elementos, se añaden las interpretaciones de sus actores: una siempre estupenda Amy Adams (La Llegada) y un ambiguo Christoph Waltz (Malditos Bastardos) serán los que lleven las riendas del proyecto como la pareja protagonista y creadores del imperio de las ilustraciones de niños con ojos grandes que tanto vendió entre finales de los 50 y toda la década de los 60. Como secundarios encontramos a Krysten Ritter (Jessica Jones), Danny Huston (Wonder Woman) que no hace de malo o Jason Schwartzman (Academia Rushmore).
Una producción que a pesar de ser entretenida, peca de todo lo que conlleva recrear una historia basada en hechos reales, para no alejarse de esa realidad que es necesario contar. Por eso, entra los clichés del género con la consiguiente aparición del conflicto central de la película que es la más que anunciada separación de la pareja y la búsqueda del apoyo moral por parte del personaje de Amy Adams, que curiosamente, y según afirman, se produce por la aparición de unos testigos de Jehová. Así, y gracias al "impulso divino", esta fantástica y original artista se envalentona para luchar por todo su trabajo. Tampoco cuadran mucho algunos momentos de Christoph Waltz, que a veces torna la película en un thriller que puede ser innecesario, aunque de cara a la galería es una forma de crear tensión en un desarrollo sin sobresaltos.
Entretenida película de Burton sin ser Burton (bueno, hay pequeños toques que se notan) que es una magnífica fuente pare conocer todos los entresijos de las pinturas del matrimonio Keane, su desarrollo y su justo desenlace. Y una buena manera de conocer un estilo artístico singular.
Siferval
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