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Voto de Arkansus:
9

Voto de Arkansus:
9
6.0
4,866
Drama
Kym (Anne Hathaway) es una ex-modelo que regresa a su casa para asistir a la boda de su hermana Rachel (Rosemarie DeWitt). A pesar de su juventud, Kym tiene un largo historial de crisis personales, conflictos familiares y largas estancias en clínicas de rehabilitación. La boda de Rachel parece la ocasión perfecta para limar asperezas con sus padres y el resto de la familia. Sin embargo, lo que prometía ser un fin de semana festivo acaba ... [+]
10 de abril de 2009
10 de abril de 2009
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Rachel Getting Married" entra en mi top ten del año. Le tenía fe a esta película desde que vi los muy buenos comentarios que recibió por parte de la crítica especializada norteamericana. Gracias a Dios, y no me decepcionó.
Un film tumultuoso, conmovedor e incómodamente honesto. El problema en "Rachel Getting Married" (me refiero en la historia) es que a una familia disfuncional le llega, en el fin de semana de la boda, un irritable, insolente y sarcástico 'huracán' llamado Kym. Una chica que ha estado entrando y saliendo de rehabilitación de drogas durante 10 años. Con su llegada, podemos notar que hay toda una larga historia de conflictos y resentimientos familiares. Y mucha competencia por capturar la atención de la familia por parte de la dos hermanas protagonistas. Sobretodo cuando se desestabiliza el centro de gravedad que debería ser la boda de rachel, y el enfoque lo ocupa y opaca Kym.
Anne Hathaway nos otorga una Kym con toda una gama de matices que van desde la ira hasta la fragilidad emocional. Una Kym que puede llegar a ser exarcebada como civilizada. Un desastre caminante. Aquí, Hathaway está lejos de ser princesa o de ser miss simpatía. Una Anne Hathaway (mi favorita en los Oscars) que junto a Rosemarie Dewitt (debió, a mi juicio, ser nominada) trabajan a alto nivel y nos regalan unas magníficas performances. Que no podría decir lo mismo de otros personajes, como por ejemplo de Bill Irwin, cuyos reacciones teatrales son uno de los puntos bajos de la producción.
Jenny Lumet (hija de un conocido) crea un script con un retrato semi-idealizado de la armonía racial multicultural. Un script complejo, pesado, que en ciertos momentos peca de indulgente, pero que en ningún momento olvida a los personajes. Todos tienen su tiempo y espacio. Acompañado de esto, Jonathan Demme firma su mejor película en años, luego de una larga trayectoria realizando documentales. La puesta en escena tuvo que haberle dado dolores de cabeza, a menos que de tanto ensayo hayan recurrido a la improvisación en algunas secuencias. Y en cuanto a cinematografía, destacar la titánica labor de Declan Quinn y su par de camarógrafos, que con camáras digitales de alta definición en mano, se enamoran de los personajes, y los siguen a todos lados. Todo ese acercamiento que realizan es con el fin de darnos esa sensación de familiaridad bastante íntima.
Una historia que podría ser triste pero de una innegable vitalidad; con un final sumamente humano y perfectamente honesto. Un film imperfecto bastante perfecto en la mayoría de sus aspectos.
La boda de Rachel ha sido toda una experiencia absorbente, que hasta tuve ganas de haber asistido.
Calificación:8.5/10
Un film tumultuoso, conmovedor e incómodamente honesto. El problema en "Rachel Getting Married" (me refiero en la historia) es que a una familia disfuncional le llega, en el fin de semana de la boda, un irritable, insolente y sarcástico 'huracán' llamado Kym. Una chica que ha estado entrando y saliendo de rehabilitación de drogas durante 10 años. Con su llegada, podemos notar que hay toda una larga historia de conflictos y resentimientos familiares. Y mucha competencia por capturar la atención de la familia por parte de la dos hermanas protagonistas. Sobretodo cuando se desestabiliza el centro de gravedad que debería ser la boda de rachel, y el enfoque lo ocupa y opaca Kym.
Anne Hathaway nos otorga una Kym con toda una gama de matices que van desde la ira hasta la fragilidad emocional. Una Kym que puede llegar a ser exarcebada como civilizada. Un desastre caminante. Aquí, Hathaway está lejos de ser princesa o de ser miss simpatía. Una Anne Hathaway (mi favorita en los Oscars) que junto a Rosemarie Dewitt (debió, a mi juicio, ser nominada) trabajan a alto nivel y nos regalan unas magníficas performances. Que no podría decir lo mismo de otros personajes, como por ejemplo de Bill Irwin, cuyos reacciones teatrales son uno de los puntos bajos de la producción.
Jenny Lumet (hija de un conocido) crea un script con un retrato semi-idealizado de la armonía racial multicultural. Un script complejo, pesado, que en ciertos momentos peca de indulgente, pero que en ningún momento olvida a los personajes. Todos tienen su tiempo y espacio. Acompañado de esto, Jonathan Demme firma su mejor película en años, luego de una larga trayectoria realizando documentales. La puesta en escena tuvo que haberle dado dolores de cabeza, a menos que de tanto ensayo hayan recurrido a la improvisación en algunas secuencias. Y en cuanto a cinematografía, destacar la titánica labor de Declan Quinn y su par de camarógrafos, que con camáras digitales de alta definición en mano, se enamoran de los personajes, y los siguen a todos lados. Todo ese acercamiento que realizan es con el fin de darnos esa sensación de familiaridad bastante íntima.
Una historia que podría ser triste pero de una innegable vitalidad; con un final sumamente humano y perfectamente honesto. Un film imperfecto bastante perfecto en la mayoría de sus aspectos.
La boda de Rachel ha sido toda una experiencia absorbente, que hasta tuve ganas de haber asistido.
Calificación:8.5/10