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Voto de Argoderse:
3,025
Drama
Dahai, un minero exasperado por la corrupción de los dirigentes de su pueblo, decide pasar a la acción. San'er, un emigrante, descubre las infinitas posibilidades que le ofrece su arma. Xiaoyu, recepcionista en una sauna, no soporta más el acoso de un cliente rico. Xiaohui pasa de un trabajo a otro en condiciones cada vez más degradantes. Cuatro personajes, cuatro provincias, una reflexión sobre la China contemporánea: una sociedad con ... [+]
23 de julio de 2014
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuatro historias separadas e inspiradas en hechos reales, cuatro personajes desconocidos y una nota común: la violencia como resolución de conflictos en una sociedad corrompida de arriba a abajo, como la imparable China comunista. Así se resume Un toque de violencia, la película premiada en Cannes 2013 a mejor guión del director y guionista chino Jia Zhang Ke.
El primer relato de todos es el más atractivo visual y literariamente por el contenido social y personal que subyace entre escena y escena. Después, a medida que la película avanza se va haciendo algo más pesada y acaba con una cuarta historia que empaña el buen trabajo del principio.
Actores profesionales y amateurs dan vida a este puzzle mediante el cual, el cineasta chino realiza un exhaustivo análisis de las desigualdades sociales y económicas en el gigante asiático. Convertida dentro de pocos años en la primera potencia mundial, el régimen comunista chino -implacable en su contaminada burocracia- ejerce en la práctica, sin despeinarse, un capitalismo salvaje que se ve reflejado en sus ciudadanos, despojados de toda condición humana y sumergidos en una vorágine de violencia, ira y frustración.
La falta de libertad provocada por la cruel dictadura y la mafia de sus gobernantes, desde el primero al último esbirro, contribuyen a convertir en bestias salvajes a personas y ciudadanos 'normales'. Hechos que retrata con acierto el realizador asiático a través de este rompecabezas social, con personajes que residen en lugares radicalmente opuestos dentro de un mismo país; con idiomas y cualidades distintos; claro sinónimo de que, cantonés o mandarín, nadie puede escapar del despiadado sistema comunista que reduce a la nada a sus ciudadanos.
Pese a su excesiva duración y altibajos de montaña rusa, Un toque de violencia invita a reflexionar y a advertir del peligro que, a través de la tiranía de una mafia política, supone despojar a los seres humanos de toda condición y dignidad. Más ahora que intentan convencernos con cantos de sirena de ideas y programas teóricamente inspiradores y libres, pero que esconden las cadenas de la dictadura.
Más datos sobre esta y otras películas en el blog: http://argoderse.blogspot.com.es/
El primer relato de todos es el más atractivo visual y literariamente por el contenido social y personal que subyace entre escena y escena. Después, a medida que la película avanza se va haciendo algo más pesada y acaba con una cuarta historia que empaña el buen trabajo del principio.
Actores profesionales y amateurs dan vida a este puzzle mediante el cual, el cineasta chino realiza un exhaustivo análisis de las desigualdades sociales y económicas en el gigante asiático. Convertida dentro de pocos años en la primera potencia mundial, el régimen comunista chino -implacable en su contaminada burocracia- ejerce en la práctica, sin despeinarse, un capitalismo salvaje que se ve reflejado en sus ciudadanos, despojados de toda condición humana y sumergidos en una vorágine de violencia, ira y frustración.
La falta de libertad provocada por la cruel dictadura y la mafia de sus gobernantes, desde el primero al último esbirro, contribuyen a convertir en bestias salvajes a personas y ciudadanos 'normales'. Hechos que retrata con acierto el realizador asiático a través de este rompecabezas social, con personajes que residen en lugares radicalmente opuestos dentro de un mismo país; con idiomas y cualidades distintos; claro sinónimo de que, cantonés o mandarín, nadie puede escapar del despiadado sistema comunista que reduce a la nada a sus ciudadanos.
Pese a su excesiva duración y altibajos de montaña rusa, Un toque de violencia invita a reflexionar y a advertir del peligro que, a través de la tiranía de una mafia política, supone despojar a los seres humanos de toda condición y dignidad. Más ahora que intentan convencernos con cantos de sirena de ideas y programas teóricamente inspiradores y libres, pero que esconden las cadenas de la dictadura.
Más datos sobre esta y otras películas en el blog: http://argoderse.blogspot.com.es/
