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Voto de santos:
8

Voto de santos:
8
6.8
17,537
Drama. Romance
Una mañana de invierno un maduro norteamericano y una joven muchacha parisina se encuentran casualmente mientras visitan un piso de alquiler en París. La pasión se apodera de ellos y mantienen relaciones sexuales en el piso vacío. Cuando abandonan el edificio, ambos se ponen de acuerdo para volver a encontrarse allí, en soledad, sin preguntarse ni siquiera sus nombres. (FILMAFFINITY)
29 de mayo de 2011
29 de mayo de 2011
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jeanne es una joven bonita, sofisticada y que tiene un novio aspirante a director de cine que está más enamorado de su documental que de ella. Esta alquila un pequeño piso en París y allí conocerá a Paul, un hombre maduro recientemente viudo y atormentado por la pérdida de su esposa. Entre ellos surgirá una ardiente química que les introducirá en una espiral de sexo y degradación.
Soberbio trabajo de Bernardo Bertolucci que nos aproxima a los rincones más animales y carnales de una relación humana, contando con una fantástica fotografía de Vittorio Sttoraro que retrata a las mil maravillas ese inhóspito hotel, dotándolo de un toque muy íntimo y personal.
Hay que reconocer el arrojo y valor que tuvo Bertolucci al plantear esta película en los principios de la década de los setenta, una obra donde se muestran desnudos femeninos explícitos y secuencias de una intensidad sexual y una carga erótica que llegan a incomodar al espectador. El director italiano crecería con este intenso tango como cineasta y posteriormente alcanzaría la gloria con El último emperador y se sumergiría en un reflexivo repaso del siglo XX de su Italia en Novecento.
Pero siendo justos, Brando es el tango; Marlon aporta una actuación desgarradora y que conmueve a la vez que acongoja, derrochando sinceridad y pasión en cada palabra que pronuncia, en cada gesto o mirada que realiza. Está claro que él es el toque de distinción que toda película necesita. Apabulla cada minuto que está delante de la cámara y vuelve a brindar una actuación de cinco estrellas, superando incluso al Padrino del año anterior.
Junto a este coloso está María Schneider que no acabó muy bien parada tras la película, encasillada y con multitud de secuelas y dificultades personales, María hace bien su papel de chica frágil y sensual, aunque queda eclipsada por Brando. Jean Pierre Léaud es el tercero en discordia y la verdad es que su trabajo es olvidable y poco convincente.
Obra que levantó ampollas por su amplio contenido sexual y en la que Brando agiganta aún más su leyenda como el mejor intérprete masculino de la historia.
Soberbio trabajo de Bernardo Bertolucci que nos aproxima a los rincones más animales y carnales de una relación humana, contando con una fantástica fotografía de Vittorio Sttoraro que retrata a las mil maravillas ese inhóspito hotel, dotándolo de un toque muy íntimo y personal.
Hay que reconocer el arrojo y valor que tuvo Bertolucci al plantear esta película en los principios de la década de los setenta, una obra donde se muestran desnudos femeninos explícitos y secuencias de una intensidad sexual y una carga erótica que llegan a incomodar al espectador. El director italiano crecería con este intenso tango como cineasta y posteriormente alcanzaría la gloria con El último emperador y se sumergiría en un reflexivo repaso del siglo XX de su Italia en Novecento.
Pero siendo justos, Brando es el tango; Marlon aporta una actuación desgarradora y que conmueve a la vez que acongoja, derrochando sinceridad y pasión en cada palabra que pronuncia, en cada gesto o mirada que realiza. Está claro que él es el toque de distinción que toda película necesita. Apabulla cada minuto que está delante de la cámara y vuelve a brindar una actuación de cinco estrellas, superando incluso al Padrino del año anterior.
Junto a este coloso está María Schneider que no acabó muy bien parada tras la película, encasillada y con multitud de secuelas y dificultades personales, María hace bien su papel de chica frágil y sensual, aunque queda eclipsada por Brando. Jean Pierre Léaud es el tercero en discordia y la verdad es que su trabajo es olvidable y poco convincente.
Obra que levantó ampollas por su amplio contenido sexual y en la que Brando agiganta aún más su leyenda como el mejor intérprete masculino de la historia.