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Canadá Canadá · Montreal
Voto de hpbordon:
5
Drama. Aventuras Basada en la historia real de Aron Ralston, un intrépido montañero y escalador norteamericano que se hizo famoso porque en mayo de 2003, durante una escalada por los nada transitados cañones de Utah, sufrió una caída y quedó atrapado dentro de una profunda grieta. Tras varios días inmovilizado e incapaz de encontrar una solución alternativa, tuvo que tomar una dramática decisión. (FILMAFFINITY)
19 de enero de 2011
15 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Suele ser habitual que dos películas se asemejen en su planteamiento o tengan detalles similares o idénticos por simple casualidad, ya que los guiones están escritos con meses, años o incluso décadas previas a al rodaje del film. A ello hay que sumarle el tiempo de espera en posproducción y distribución. Vaya, que en hacer cine se tarda un rato, aunque siempre haya más de un listillo que ve un estreno parecido al que había visto hacía un mes y se atreva a decir: ¡Menuda copia! Seguro que frente a '127 horas', más de uno puede llegar a decir que el argumento y la esencia son los de 'Buried' (Enterrado), el film de Rodrigo Cortés. Pero claro, para marcarse este ensayo videoclipero sobre la angustia, la muerte, el espíritu aventurero y demás, Danny Boyle seguro que lleva empecinado –por lo menos– desde el día en que recogió las estatuillas por 'Slumdog Millonaire'. Lo que no es casualidad y achaco a razones de tipo financiero (de tipo griego como le gusta decir a Godard), es que ahora haya un empeño en afrontar producciones low cost con historias protagonizadas por una sola estrella y escasos decorados, puesto que el gasto es mucho menor. Qué indi se vuelve el mundo cuando hay que apretarse el cinturón.

El ahora muy de moda James Franco (¿qué será de él dentro de, pongamos, veinte años?) copa por completo la pantalla durante la hora y media del metraje. El film comienza ágilmente con una leve presentación de este boy-scout solitario que parte de excursión a un cañón perdido de la mano del Señor como quién va al supermercado, bien equipado pero olvidando su navaja suiza y el teléfono móvil. Si le ocurre eso a Cortés se queda sin su “enterrado”. A Boyle, sin embargo, le da pie para narrar la historia –basada en hechos reales– de un joven que queda “atrapado” en medio de lo que podría considerarse la nada, con un brazo encajado entre un pedrusco y una pared rocosa durante las previsibles 127 horas que anuncia el título-spoiler que se maneja desde un principio. Lo que ocurre es que lo de mantenernos todo el tiempo inmersos junto al protagonista se lo deja –gustosa e involuntariamente, como ya sabemos– a otros que gusten de experimentos. Aquí la cámara sale del hoyo: hay flashbacks, forwards y lo que haga falta.

(continúa en el spoiler por falta de espacio...)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
hpbordon
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