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Voto de juanjo_torpdo:
7
Drama. Romance Eliane (Catherine Deneuve) es una elegante mujer de ascendencia francesa, y propietaria de una inmensa plantación de caucho, que tiene dos grandes amores: su hija adoptiva Camille (Linh Dan Pham) e Indochina. Todo cambiará con la entrada en sus vidas del apuesto oficial francés Jean-Baptiste (Vincent Perez)... Épico drama romántico que tiene como telón de fondo la gestación de la revolución comunista cuyo estallido provocó el fin de la ... [+]
13 de octubre de 2015
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Indochina es una de esas joyas cinematográficas que de vez en cuando el séptimo arte tiene el gusto de regalarnos. Tras un reciente viaje al país que tiene como sinónimo el nombre del antiguo reino de Nanyue, mi curiosidad cinéfila me incito a redescubrir este film ya visto por mi hace más de veinte años.
La obra dirigida por Régis Wargnier, ganadora del Óscar a la mejor película de habla no inglesa y protagonizada por Catherine Deneuve, (ya madura pero no por ello menos atractiva) Vincent Pérez y Lihn Dan Pham entre otros, es un reflejo amargo de la colonización francesa en el sudeste asiático a principios del siglo XX y el nacimiento del partido comunista, que llevaría a Vietnam a conseguir la independencia del dominio francés en 1954.
De la mano de los personajes de Eliane Devries (Deneuve), su hija Camille (Dan Pham) y el teniente de la armada francesa Jean-Baptiste (Pèrez), Wargenier nos presenta en su tercer film un triángulo amoroso con el telón de fondo del exótico entorno de la actual República Socialista de Vietnam, un país maltratado durante los dos últimos siglos, primero por los franceses, y más tarde por los Estados Unidos, en la también conocida como Segunda Guerra de Indochina.
Independientemente del mérito del film y de la satisfacción de contemplar una obra de calidad, Indochina me ha trasmitido cómo la determinación de un pueblo por conseguir su libertad puede derribar a poderosos imperios coloniales fuertemente asentados, y también cómo el rancio abolengo puede convivir e integrarse en el entorno del país colonizado.
Debido a su condición climática, en esta zona del sudeste asiático se daban los requisitos para la plantación de heveas y guayules, productoras de caucho, que en el caso de la protagonista Eliane es la base de su enorme plantación, dirigida por ella personalmente, representando la tradición francesa nacida en Asía: se siente francesa sin haber pisado Francia, pero también ama la colonia que la vio nacer. Quiere a Camille, su hija adoptada, como si fuese suya, y se pondrá en guardia contra Jean-Baptiste, antiguo amante suyo, cuando Camille se enamora de él. Jean-Baptiste representa la brutalidad del imperialismo francés en estado puro, pero Camille conseguirá cambiarlo.
Tras oír los testimonios de los propios vietnamitas, advierto el daño infligido a este pueblo, humilde y trabajador, donde la metrópoli sólo esquilmo su colonia, sin aportar nada al país salvo la línea férrea que lo recorre de norte a sur. “Tras más de un siglo de conquista, nadie habla francés en Vietnam”, me decía Luna, una joven y muy preparada guía turística de la ciudad de Hanoi, con un español casi perfecto estudiado en Cuba. Los vietnamitas, considero que quieren olvidar más que perdonar, y es que es muy difícil perdonar todo por lo que han pasado.
La Bahía de Ha Long, también conocida como la Bahía del dragón de los cielos o dragón descendente, tiene una importancia especial en Indochina. Cuentan las antiguas tradiciones que el Emperador de Jade mando a una familia de dragones celestiales para defender sus dominios de las invasiones chinas. Los dragones escupían joyas y jade con lo que lograron hundir las embarcaciones invasoras; las joyas se convirtieron en las islas e islotes de la bahía. Es en este entorno donde la película alcanza su mayor ritmo y tensión dramática, en la Isla del Dragón y en el laberinto de la bahía, un universo de pitones rocosos en el que la naturaleza se alía con dos de los protagonistas. Nada hay más gratificante que un baño en estas cálidas aguas, y hablo con conocimiento de causa.
No es imprescindible haber visitado Vietnam para apreciar y disfrutar al máximo esta extraordinaria película, pero sí ayuda, y mucho. Aun así, Indochina es un film altamente recomendable, al igual que Vietnam, un país que da al visitante una perenne e indisoluble satisfacción.
juanjo_torpdo
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