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Voto de Guillermo Herrera:
7
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Documental
Una mujer llega a una galería de Nueva York con una colección de obras inéditas. Así comienza la historia de una estafa en el codicioso mundo del arte. (FILMAFFINITY)
28 de marzo de 2021
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 2011 Knoedler & Company una de las galerías más prestigiosas y antiguas, llevaba 165 años de existencia en Nueva York, debió cerrar para siempre sus puertas, ello a raíz de los diferentes reclamos por quienes adquirieron costosas obras de arte falsificadas, por un total de más de ochenta millones de dólares.
Este excelente documental cuenta con los testimonios de la principal involucrada Anne Freedman, responsable de Ventas de Knoedler & Company , aparecen también algunos de los compradores y una casta extraña conformadas por los “expertos” que primero dijeron que si eran genuinas y después que no eran tan así y por supuesto quienes pergeñaron la estafa, hay una frase que me quedo resonando, que dice “el buen estafador no es el que mejor habla sino el que sabe escuchar" y me pareció muy buena para entender toda la cuestión.
Para quienes les interesa el mundo del arte, es un excelente trabajo documental, pero también puede ser visto por el mero hecho policial.
Este excelente documental cuenta con los testimonios de la principal involucrada Anne Freedman, responsable de Ventas de Knoedler & Company , aparecen también algunos de los compradores y una casta extraña conformadas por los “expertos” que primero dijeron que si eran genuinas y después que no eran tan así y por supuesto quienes pergeñaron la estafa, hay una frase que me quedo resonando, que dice “el buen estafador no es el que mejor habla sino el que sabe escuchar" y me pareció muy buena para entender toda la cuestión.
Para quienes les interesa el mundo del arte, es un excelente trabajo documental, pero también puede ser visto por el mero hecho policial.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Queda para los televidentes de NETFLIX tratar de analizar las motivaciones que llevan a los millonarios a gastar esas fortunas por una tela pintada, tela cuyo es valor se reduce a cero si está hecha por otra persona, no es la calidad artística lo que se evalúa, sino ser un objeto “único” lo cual no deja de ser paradójico.
Como se ve en el filme un chino es el “autor” de estas obras falsas que son “originales” y por lo visto los orientales pueden “imitar” desde un Iphone hasta un Pollock, cuestión genética.
Finalmente este documental me hizo recordar el excelente cuento de Alejandro Dolina “El club de los falsificadores” que se encuentra en su libro “Crónicas del ángel gris”, donde en tono de broma dice:
“Hay tres clases de falsificación. La falsificación horizontal, la ascendente y la descendente.
Por falsificación horizontal entendemos la multiplicación pura del objeto original, sin añadidos ni supresiones.
Falsificación descendente es la que se realiza —por lo general— con fines de lucro. Aquí los objetos falsos son peores que el original: vidrios tallados como diamantes, relojes impuntuales con marcas famosas, licores deplorables que se fingen whisky.
Finalmente está la falsificación ascendente, en la que el objeto falso supera al original. Esta falsificación es una alta y noble tarea. Podríamos decir que la falsificación ascendente es un género artístico, pero tal expresión sería demasiado pobre. En realidad, todo hecho artístico es una falsificación ascendente.”
Siguiendo a Dolina en su humorada podríamos decir que en “Made you look” nos encontramos frente a un típico caso de falsificación ascendente.
Como se ve en el filme un chino es el “autor” de estas obras falsas que son “originales” y por lo visto los orientales pueden “imitar” desde un Iphone hasta un Pollock, cuestión genética.
Finalmente este documental me hizo recordar el excelente cuento de Alejandro Dolina “El club de los falsificadores” que se encuentra en su libro “Crónicas del ángel gris”, donde en tono de broma dice:
“Hay tres clases de falsificación. La falsificación horizontal, la ascendente y la descendente.
Por falsificación horizontal entendemos la multiplicación pura del objeto original, sin añadidos ni supresiones.
Falsificación descendente es la que se realiza —por lo general— con fines de lucro. Aquí los objetos falsos son peores que el original: vidrios tallados como diamantes, relojes impuntuales con marcas famosas, licores deplorables que se fingen whisky.
Finalmente está la falsificación ascendente, en la que el objeto falso supera al original. Esta falsificación es una alta y noble tarea. Podríamos decir que la falsificación ascendente es un género artístico, pero tal expresión sería demasiado pobre. En realidad, todo hecho artístico es una falsificación ascendente.”
Siguiendo a Dolina en su humorada podríamos decir que en “Made you look” nos encontramos frente a un típico caso de falsificación ascendente.