Es 1970, mes de fin de año, el profesor Paul Hunham es designado por el director para encargarse de la custodia de un pequeño grupo de niños que no pueden pasar la navidad con su familia. Tanto el profesor como los estudiantes no se llevan nada bien y están contra su voluntad. Para rematar, la jefa de cocina se queda con ellos tras perder a su hijo en la guerra. Una mujer en duelo, un profesor cascarrabias y un estudiante rebelde, sin quererlo, pasaran la navidad como una familia mientras afrontan sus conflictos.

Paul Giamatti y Dominic Sessa hacen una dupla sensacional, ambos llevan el peso de la película por igual, cada quien tiene su momento para lucirse. Muy buena química como profesor y alumno. Da’vine Joy también tiene buenos momentos. Los que se quedan tiene muy buenas interpretaciones. La historia no es nada del otro mundo, hay muchos lugares comunes, pero a pesar de lo predecible y extensa duración, la película no se siente pesada o aburrida en ningún momento. Se entiende que el director Alexander Payne les da tiempo para desarrollar los personajes y sus conflictos.

La música igualmente acompaña los buenos y malos momentos. Te conmueve, te alegra, te entristece. Los tres pilares que destacan de Los Que se Quedan son la historia escrita por David Hemingson, la música de Mark Orton y por su puesto las interpretaciones que ya he mencionado.

La película no te cambiará la vida, quizás al mes ni la recuerdes, pero es una cinta bien escrita y ejecutada que se puede disfrutar.