Lo que en un principio parece forzado y llevado al extremo, tales son los trastornos, con el paso de los minutos se va asentando para finalmente mezclarse a las mil maravillas con el ambiente creado, uno verdaderamente hilarante.

Personajes y trastornos están unidos por la causa y ambos encuentran sus momentos para brillar gracias a unos diálogos veloces que no dan tiempo para pensar, dado el ritmo frenético que alcanza en su segunda mitad. Rossy de Palma se lleva la palma, cuyo talento es desmesurado, pero todos están francamente bien, y todos logran encajar en el conjunto.

Por si fuese poco, "Toc Toc" rompe cierto techo cuando vemos cómo los trastornos se alivian cuando las circunstancias así lo demandan. Cuando ellos dejan de ser lo más importante de su propio mundo, consiguen superarse. Esto, y todo lo demás, hacen de "Toc Toc" una inesperada sorpresa que rebasa cualquier expectativa, en mi caso era nula ya que me negué a verla en pantalla grande por puros prejuicios y, hallada de casualidad en televisión, me ha solucionado una tarde tonta.