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Estados Unidos Estados Unidos · No os mováis tanto,
Voto de aka IDIOT:
8
Drama "No matarás": En una Varsovia gris, vacía, pobre y triste, Jacek, un joven sin perspectivas ni futuro, asesina brutalmente a un taxista. Quinto de los diez mediometrajes, cuyo nombre genérico es "decálogo", realizados para la televisión por el director Krzysztof Kieslowski y el guionista Krzysztof Piesiewicz. Cada uno de ellos se inspira en uno de los Diez Mandamientos. Este episodio es una versión de la película "No matarás", de 1988, ... [+]
13 de abril de 2009
11 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dostoievski se sentiría orgulloso, por varias razones, por el homenaje que Kieslowski se marca en el quinto capítulo de la serie. Y es que el No matarás de la tradición bíblica fue llevado a la maestría literaria por el ruso y reinterpretado por el polaco tanto en este capítulo como en la película del mismo nombre, que si mal no recuerdo, utiliza gran parte de las imágenes de esta obra.

El punto de contacto más evidente entre las dos obras es el temático: sin razón aparente, Jacek acaba con la vida de un taxista, mientras que Raskolnikoff asesina a una usurera y a su hermana. Es el enfoque posterior del hecho el que resulta diferente, adecuado cada uno a su respectiva época, diríamos. Ninguna de las dos obras se centra en justificar la postura del asesino, ocultando las supuestas razones en un caso y relacionándolas con algún problema mental en el otro. Es más, la época contemporánea o más reciente que ambienta este capítulo del Decálogo hace necesaria la aparición de esa trama legal en la que el joven abogado asume su protagonismo encarnando un brillante final.

No es mi intención destripar ambas historias, pero los paralelismos están más que claros para aquellos que las hayan disfrutado (o aborrecido, que de todo hay por ahí suelto).

Por otra parte, es interesante mencionar un par de puntos que se alejan de esta comparación y engrandecen un poco más, a mi modo de ver, el resultado final de la película. En primer lugar, el lentísimo discurrir de las cosas sólo sale bien cuando es tratado con un sentido del ritmo bastante complejo de conseguir, Kieslowski es quien de hacer que todo fluya en su justa medida y mantener alerta al espectador mientras observa, por ejemplo, al taxista lavando el coche o cruzándose con personajes de los que nunca se va a saber más, ni falta que hace. A esto, supongo, ayuda en gran medida la faceta estética, pues cualquier amante de la fotografía puede encontrar durante el desarrollo de la hora escasa que dura el metraje (especialmente en la primera parte) estampas de gran calidad de encuadre, composición e iluminación, destacando un tratamiento del color que resulta llamativamente curioso. Un alarde técnico acorde con lo que se cuenta, pues pierde su protagonismo cuando es el drama ético quien gana terreno.

En mi opinión y de lo visto hasta ahora, lo mejorcito de este Decálogo lo podemos encontrar en su quinto capítulo.

PD: Hace ya unos meses que no avanzo en el libro de marras (100 páginas me deben de quedar) y el amigo Dostoiesvki pasa a engrosar mi lista de escritores rusos que no soporto (Chéjov y Tolstoi son los otros). Igual que en el cine, son plásticos y barrocos, pero eso me es más difícil de digerir tras las letras.
Hala, ya os podeis despachar conmigo a gusto.
aka IDIOT
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