Cuando Alejandro Amenábar realiza un nuevo largometraje, a nadie le deja indiferente, bien sea por una razón u otra. Ágora cuenta las peripecias de una filosofa empeñada en descubrir los acertijos que propone el sistema solar, con amores no correspondidos y la intolerancia de algunos por llevar al extremo sus creencias religiosas. Como peplum, no faltan los combates con espadas o los bellos decorados construidos en Malta para la filmación de dicha cinta. Rachel Weisz demuestra oficio en una pelicula que resulta entretenida, aunque peca en algunos momentos de querer filosofar en exceso innecesariamente.