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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Silvana Pena:
7
Thriller. Intriga. Comedia 9:00 horas. Un grupo de personas absolutamente heterogéneo desayuna en un bar en el centro de Madrid. Uno de ellos tiene prisa; al salir por la puerta recibe un disparo en la cabeza. Nadie se atreve a socorrerle. Están atrapados.
11 de enero de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alex de la Iglesia arriba a la pantalla grande nuevamente y después de haber probado su efectividad de gran director con una comedia delirante como ?Mi gran noche?, insiste una vez más con el formato de thriller, esta vez con matices dantescos.

9 AM. El andar de los transeúntes denota que el día comienza a tomar color. Un bar en pleno centro de Madrid. Sus empleados dispuestos a ofrecer la mejor prestación. Los clientes, prestos a disfrutar de un buen servicio. Porras, churros, manchados, y, ¿por qué no? un buen trozo de tortilla. Uno de ellos se retira de las instalaciones, y al cruzar el umbral recibe un balazo en la cabeza. Un comensal decide socorrerlo, y al salir, obtiene la misma suerte. Nadie más se arriesga a auxiliarlo.

Ocho personas quedan en el interior del lugar, mientras en el exterior, el mundo desaparece como por arte de magia. Blanca Suárez (Elena), Terele Pavez (Amparo), Secun de la Rosa (Satur), Mario Casas (Nacho), Joaquín Climent (Andrés), Alejandro Awada, Carmen Machi (Trini), Jaime Ordóñez (Israel). El mundo se detuvo, sólo son ellos ocho.

Como no podía ser de otra manera, esta micro sociedad queda representada por los diferentes tipos de poderes: el poder de estado, el ejecutivo, el judicial y el legislativo, siendo escenificados mediante la belleza, la pobreza, la adicción, la enfermedad, el poder de los uniformados y el trabajador.

Si de camuflar la sustantividad se trata, nadie mejor que el director de films como Muertos de risa (1995), con cual comparte la ironía y el humor, La Comunidad (2000) o Balada triste de trompeta (2010), la cual posee una estética similar a este film. Alex de la Iglesia arriba a la pantalla grande nuevamente y después de haber probado su efectividad de gran director con una comedia delirante como Mi gran noche, insiste una vez más con el formato de thriller, esta vez con matices dantescos. Cada uno de los personajes atraviesa un fuerte infierno personal, cada uno tendrá que ir desplegando su lado más oscuro dentro del encierro y de lo asfixiante de la propuesta inicial.

La atmósfera se encuentra atestada de tensión y el encierro que soportan los personajes genera claustrofobia en el espectador. El ritmo vertiginoso no flaquea. No se puede quitar los ojos de la pantalla. No se debe perder ningún suceso.

El bar contiene un relato nihilista, juez impiadoso de una sociedad actual que lo merece. Este film es una crónica que transita diferentes situaciones en donde no quedan libradas al azar, la paranoia generalizada, el canibalismo, o la ignorancia. Un guión del dúo De la Iglesia - Guerricaechevarrría que no puede dejar indiferente a nadie. Intriga, felonía, desesperación y “que gane el mejor, a como dé lugar”.
Silvana Pena
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