Delicioso film japonés de animación, distinguidamente realizado por Mamoru Hosoda, de quien veremos su último trabajo en el próximo Festival de Cine Internacional de Cine de Donostia, 2015.
Aquí se nos narra de forma sencilla, pero lleno de lirismo, humor y emoción, una historia de viajes a través del tiempo, pero en un prima cotidiano.
Parece, en un primer vistazo que se trata de un argumento poco profundo, pero está lleno de enseñanzas quizás no demasiado filosóficas, pero sí reconocibles, como la amistad, la lealtad, la búsqueda de segundas oportunidades, el deseo de prolongar los no demasiados instantes de felicidad, así como otros no muy positivos, como el intento desesperado de huir de las obligatoriedades que nos exige la vida diaria, y el no afrontar un cambio en nuestras vidas que nos llevará a un camino por ella indeterminado.
Una historia, sobre todo de amor, muy bonita, entre dos jóvenes, un magistral canto a la amistad, por medio de unos dibujos a la manera japonesa, esto es, sin demasiados movimientos, pero pleno de imaginación, sencillez y sensatez que hacen que la historia vaya in-crescendo, hasta llegar a su muy emotivo final.
Una cinta que gusta muchísimo, que sorprende al espectador, que atrapa sin remedio.

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