Entretenida película de acción, un thriller semi político, que resulta bastante enrevesado en algunos momentos.
Es amena, vaya eso por delante. El ritmo es el adecuado, con escenas donde los diálogos son la moneda común (y ahí el espectador pudiera muy bien perderse en ambiguos vericuetos políticos), pero también con excelentes escenas de acción, como la lucha entre Chan y sus perseguidos en la pensión donde se había escondido. La pelea en el tejado es soberbia en cuanto a puesta en escena, composición, desarrollo, todo ello con un perfecto montaje.
Sin embargo también existen minutos donde hay que estar muy atentos a cuanto se oye, dados los abundantes datos que se nos van dando.
De todas formas Martin Cambell creo que consigue una muy competente adaptación de la novela de Stephen Leather, haciendo que todo fluya de forma que el espectador sale más o menos satisfecho.
Jackie Chan y Brosnan (tenso y veraz en las escenas con el estupendo característico Dermot Crowley) acaban, creo, bien parados en sus papeles, uno con apenas palabras y otro con numerosos estados de ánimo empujado por las circunstancias al entrar en un juego donde no se sabe quién es el ratón y quién el gato.
Para mi gusto está bien. Que podría haber sido mejor, sí, estoy de acuerdo.
¡Ah! Y de credibilidad, cero, claro. No hay quien se crea la historia de partida, o mejor dicho, el argumento puede, pero los acontecimientos... Pero esto es el cine, ¿no?

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