Contaba Alan Bennett, el escritor y dramaturgo creador de esta obra basada en los 15 años de su vida que compartió con Miss Shepherd y que, más tarde, convertiría en esta película, que esta señora podía ser excéntrica y difícil pero que, sobre todo, Miss Shepherd era pobre y ése era realmente el problema de ella. A los pobres no se les mira mucho, se procura pasar por su lado sin llamar la atención, apenas dedicándole una mirada de soslayo. Contaba Bennett que la pobreza es un fracaso moral y que intentar dar justicia y tolerancia a estas personas era el objetivo de esta película.

A mí me ha encantado la relación surgida entre el personaje de Bennett, muy bien interpretado aquí por un desconocido por mí actor inglés que suele interpretar a personajes de la realeza inglesa y con una larga trayectoria teatral, Alex Jennings, y la Dama Maggie Smith, octogenaria actriz, maravillosa, espectacular y que interpreta aquí a MIss Shepherd de una manera impresionante. Lo que hace aquí Smith es de otro planeta con la edad que tiene. Toda mi admiración para ella.

Película 100% inglesa, con unos diálogos ácidos, con un especial sentido del humor, con una maravillosa pareja protagonista. Muy recomendable.
Un saludo,
Tess
"¡No me llames corazón! ¡Soy una mujer enferma, posiblemente moribunda!".