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Voto de Samuel Guillermo:
7
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2022 ![Reino Unido](/imgs/countries2/GB.png)
![Reino Unido](/imgs/countries2/GB.png)
Documental, Voz: David Attenborough
7.6
733
Serie de TV. Documental
Documental (2022-). 2 temporadas. 10 episodios. Experimenta las maravillas de nuestro mundo como nunca antes en esta docuserie épica de Jon Favreau y los productores de Planet Earth. Viaja 66 millones de años atrás, cuando los majestuosos dinosaurios y las criaturas extraordinarias vagaban por las tierras, los mares y los cielos. (FILMAFFINITY)
20 de agosto de 2022
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las críticas del populacho hacia este nuevo documental han resultado entre favorables y muy favorables, cosa que ha sido ligeramente frenada por colegas paleontólogos de un servidor. Y como sus comparaciones con "Walking with Dinosaurs" son inevitables, con "Prehistoric Planet" nos topamos con una estructura muy parecida: cinco episodios por temporada divididos en distintos ambientes globales del piso Maastrichtiense (72-66 Ma), el último del Cretácico superior y, por tanto, de la era Mesozoica.
Con esta premisa, se presenta una miniserie documental con un esqueleto muy claro. La producción a manos de Favreau deja en evidencia un excelente trabajo de reconstrucción de los seres maastrichtienses. Visualmente el aspecto de los animales son los científicamente más exactos que hemos estudiado hasta el momento, sin duda y sin precedentes, con una nitidez entre estos y el ambiente que los rodea y una dinámica que rozan la perfección. Pero peca de un detalle bastante evidente que erradica el seguimiento de los episodios: no hay guion sólido. Resulta sorprendente, pero es así. No hay spoiler que valga, cada capítulo no posee ninguna clase de inicio ni final de trama porque no se preocupa en buscar una motivación a largo plazo en ningún protagonista (a diferencia de "Walking with Dinosaurs"). El guion se comporta de una manera casi desordenada, presentando y describiendo varias escenas de varios animales dentro de su hábitat. Pura etología. Y siguiendo con los apartados técnicos, la enérgica y repetitiva banda sonora (a manos en parte del afamado Zimmer) curiosamente no se echa demasiado de menos (una vez más, a diferencia de "Walking with Dinosaurs") y la genial narrativa de Attenborough (adivinen qué: a diferencia de "Walking with Dinosaurs") no llega a ser tan poética como en otros trabajos en los que ha colaborado. Y como se ha comentado en críticas previas y como se va a dejar claro en esta, es más (mucho más) especulativa que científica (adivinaron: a diferencia de "Walking with Dinosaurs"). Y lo de reservar el contexto científico aparte de la obra principal, incluyendo el porqué de tal cuestión para su desarrollo y su criterio, me parece un poco tramposo... Narración > Descripción.
Con todo ello, seamos claros, es una buena serie documental. ¿Muy buena? Sí, quizá. ¿Genial o excelente? Probablemente no...
Nota: 7,0/10.
Con esta premisa, se presenta una miniserie documental con un esqueleto muy claro. La producción a manos de Favreau deja en evidencia un excelente trabajo de reconstrucción de los seres maastrichtienses. Visualmente el aspecto de los animales son los científicamente más exactos que hemos estudiado hasta el momento, sin duda y sin precedentes, con una nitidez entre estos y el ambiente que los rodea y una dinámica que rozan la perfección. Pero peca de un detalle bastante evidente que erradica el seguimiento de los episodios: no hay guion sólido. Resulta sorprendente, pero es así. No hay spoiler que valga, cada capítulo no posee ninguna clase de inicio ni final de trama porque no se preocupa en buscar una motivación a largo plazo en ningún protagonista (a diferencia de "Walking with Dinosaurs"). El guion se comporta de una manera casi desordenada, presentando y describiendo varias escenas de varios animales dentro de su hábitat. Pura etología. Y siguiendo con los apartados técnicos, la enérgica y repetitiva banda sonora (a manos en parte del afamado Zimmer) curiosamente no se echa demasiado de menos (una vez más, a diferencia de "Walking with Dinosaurs") y la genial narrativa de Attenborough (adivinen qué: a diferencia de "Walking with Dinosaurs") no llega a ser tan poética como en otros trabajos en los que ha colaborado. Y como se ha comentado en críticas previas y como se va a dejar claro en esta, es más (mucho más) especulativa que científica (adivinaron: a diferencia de "Walking with Dinosaurs"). Y lo de reservar el contexto científico aparte de la obra principal, incluyendo el porqué de tal cuestión para su desarrollo y su criterio, me parece un poco tramposo... Narración > Descripción.
Con todo ello, seamos claros, es una buena serie documental. ¿Muy buena? Sí, quizá. ¿Genial o excelente? Probablemente no...
Nota: 7,0/10.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Admito haber mentido en cuanto al spoiler. He decidido guardar este espacio para justificar la cuestión de la nota general:
Temporada 1. Es la que por primera vez en años presenta un documental completamente dedicado a la vida prehistórica y además, y como se ha mostrado en la crítica original, con una animación excelente. Carece de guion y el apartado científico queda fuera del episodio y se reserva para YouTube. Los animales presentados incluyen a pterosaurios y reptiles marinos que consiguen un merecido hueco entre los protagonistas (los dinosaurios, cómo no) y se agradece. De la misma manera, la variedad faunística está adecuadamente elegida, que va desde el extremo más conocido, con el Tyrannosaurus rex, hasta el más incógnito para el público general, donde se encuentran múltiples géneros de los ya mencionados dinosaurios, pterosaurios y reptiles marinos. Attenborough, por su parte, cumple de narrador como tan caballerosamente acostumbra. Se nos presenta entonces un bien resuelto documental que no es original ni necesita serlo, pero queda limitado debido a la escasa oferta general que tiene como producto. Eso sí, cumple perfectamente como medio de entretenimiento. Nota: 7,5/10.
Temporada 2. Los efectos digitales se mantienen muy dignamente, como era de esperar. Hay que reconocer, sin embargo, que sorprende que una serie en la que con poco todo se ve, se aventure a ofrecer más de (casi) lo mismo. Una temporada con seis episodios de aproximadamente 45 minutos, con una distribución adecuada de los personajes, con una trama sencilla (no por ello mala) y con el mismísimo David Attenborough de narrador puede dar lo suficiente y más, ¿por qué insistir en otra vuelta de tuerca? Y es que en esta segunda temporada vuelven a aparecer animales ya conocidos comportándose de manera que ya conocemos, como pueden ser Tarbosaurus, Velociraptor, Tyrannosaurus, pterosaurios azdárquidos, Zalmoxes, Mosasaurus, entre otros. Y eso cansa. Los nuevos animales y ambientes que se presentan en estos nuevos seis episodios cumplen idénticamente a los anteriores: escenas azarosas, bonitas y curiosas. En contra ha de decirse que en el primer episodio hay un atisbo de lo que se podría intuir como guion cuando un Hatzegopteryx trata de conseguir pareja de una manera terriblemente especulativa (zarandea su comida, que es un ornitópodo que pesaría unos 400 kilos, lo cual me parece un poco improbable). El aspecto científico se guarda ahora para el final del episodio, aunque son justificaciones curiosamente escogidas y breves. Del mismo modo, hay un hueco dedicado a la diversidad de los ammonoideos que por pequeño que sea, también se agradece que se tenga en cuenta a estos fascinantes animales marinos. Y la escena del último episodio en la que un tiranosaurio es repelido por los picotazos de dos Quetzalcoatlus es insultante. Por lo tanto, y como ya se ha dicho, es más de lo mismo y en menor calidad. Nota: 6-6,5/10.
Haciendo los cálculos obtenemos: [7,5 + ((6+6,5)/2)]/2 = 6,875. Si lo redondeamos, nos aproximamos al 7,0.
No es perfecta, pero tampoco hay que quitarle mérito a todo lo que hay detrás de esta serie, eso sería injusto. Y si me lo permiten, se la recomiendo, no está mal.
Temporada 1. Es la que por primera vez en años presenta un documental completamente dedicado a la vida prehistórica y además, y como se ha mostrado en la crítica original, con una animación excelente. Carece de guion y el apartado científico queda fuera del episodio y se reserva para YouTube. Los animales presentados incluyen a pterosaurios y reptiles marinos que consiguen un merecido hueco entre los protagonistas (los dinosaurios, cómo no) y se agradece. De la misma manera, la variedad faunística está adecuadamente elegida, que va desde el extremo más conocido, con el Tyrannosaurus rex, hasta el más incógnito para el público general, donde se encuentran múltiples géneros de los ya mencionados dinosaurios, pterosaurios y reptiles marinos. Attenborough, por su parte, cumple de narrador como tan caballerosamente acostumbra. Se nos presenta entonces un bien resuelto documental que no es original ni necesita serlo, pero queda limitado debido a la escasa oferta general que tiene como producto. Eso sí, cumple perfectamente como medio de entretenimiento. Nota: 7,5/10.
Temporada 2. Los efectos digitales se mantienen muy dignamente, como era de esperar. Hay que reconocer, sin embargo, que sorprende que una serie en la que con poco todo se ve, se aventure a ofrecer más de (casi) lo mismo. Una temporada con seis episodios de aproximadamente 45 minutos, con una distribución adecuada de los personajes, con una trama sencilla (no por ello mala) y con el mismísimo David Attenborough de narrador puede dar lo suficiente y más, ¿por qué insistir en otra vuelta de tuerca? Y es que en esta segunda temporada vuelven a aparecer animales ya conocidos comportándose de manera que ya conocemos, como pueden ser Tarbosaurus, Velociraptor, Tyrannosaurus, pterosaurios azdárquidos, Zalmoxes, Mosasaurus, entre otros. Y eso cansa. Los nuevos animales y ambientes que se presentan en estos nuevos seis episodios cumplen idénticamente a los anteriores: escenas azarosas, bonitas y curiosas. En contra ha de decirse que en el primer episodio hay un atisbo de lo que se podría intuir como guion cuando un Hatzegopteryx trata de conseguir pareja de una manera terriblemente especulativa (zarandea su comida, que es un ornitópodo que pesaría unos 400 kilos, lo cual me parece un poco improbable). El aspecto científico se guarda ahora para el final del episodio, aunque son justificaciones curiosamente escogidas y breves. Del mismo modo, hay un hueco dedicado a la diversidad de los ammonoideos que por pequeño que sea, también se agradece que se tenga en cuenta a estos fascinantes animales marinos. Y la escena del último episodio en la que un tiranosaurio es repelido por los picotazos de dos Quetzalcoatlus es insultante. Por lo tanto, y como ya se ha dicho, es más de lo mismo y en menor calidad. Nota: 6-6,5/10.
Haciendo los cálculos obtenemos: [7,5 + ((6+6,5)/2)]/2 = 6,875. Si lo redondeamos, nos aproximamos al 7,0.
No es perfecta, pero tampoco hay que quitarle mérito a todo lo que hay detrás de esta serie, eso sería injusto. Y si me lo permiten, se la recomiendo, no está mal.