Hay cosas que no deben salir del lugar donde fueron creadas. El videojuego Dead or Alive es una de ellas. Es divertido, frenético y espectacular. Lo que cabe esperar de un juego de lucha con argumento de relleno entre pelea y pelea.

Lo pasamos a película y no queda algo demasiado bueno. Es más o menos entretenida y como adaptación va a medias, ya que recuerdan a ciertos personajes y los plasman con bastante parecido, pero a otros se lo pasan por el forro o los ponen durante un segundo y con parecido nulo (Jann Lee). También es un buen detalle que se acuerden del volleyball del spin off del juego, así como de la invitación a la isla. Lo peor son algunos movimientos en las escenas de lucha, que se notan metidos con calzador y muy artificiales.

Puede servir para pasar el rato a cualquiera y es curiosa para los fans del juego (yo mismo) por ver cómo recrean a los personajes y demás (Kasumi no sale muy guapa en comparación a los juegos). Habría sido un buen detalle que hubieran cogido la historia de DoA4 (con música de Aerosmith incluida) para plasmarla en pantalla, ya que dentro de su carácter "de relleno" no resulta tan mala.