Esta última (esperamos que no sea la última) realización de Scorsese viene muy arropada por la crítica, pero también seguida por varias críticas negativas.
La cuestión es que no me animé a ir al cine para estar plantificada durante más de 3 horas frente a la pantalla.
Nos propusimos con algunos amigos verla en Netflix en una "tea-party" en la que decidimos ver una parte, cortar y al tea y seguir con la siguiente.
El corte fue decidido en el momento en que a Frank le dan el premio y él pide que se lo entregue Jimmy Hoffa.
Lo cierto es que las opiniones de la primera parte estuvieron divididas, algunos se engancharon en los primeros minutos, otros como yo, estaban un tanto aburridos luego del perfecto arranque del principio porque resultaba un tanto reiterativa.
Para mí todo cambia a partir del momento en que Hoffa, personificado por un espléndido (as ever) Pacino aparece en escena...
Desde ese momento y fundamentalmente en toda la hora final del film alcanza una maestría e intensidad absolutas. Y en ese tramo final cuando ya no está Pacino, De Niro brilla absolutamente.
Esperemos que la "otoñalidad" permita a Scorsese regalarnos otras producciones