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Voto de JorgeRTadeo:
8

Voto de JorgeRTadeo:
8
6.7
6,520
Drama
Un joven publicista, con una exitosa carrera profesional y una vida personal vacía, se dirige a la carrera a una importante reunión de negocios. Durante el trayecto conoce a una chica que viaja sólo con una mochila, y con la que, a pesar de sus opuestas maneras de vivir, conecta y juntos rememoran la época más mítica y emotiva de su infancia: sus sueños y deseos infantiles, el último verano que pasaron con la pandilla, cómo vivieron su ... [+]
24 de octubre de 2010
24 de octubre de 2010
35 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay películas, especialmente en un género como el melodrama, en las que o bien uno entra de lleno y se deja empapar por sus emociones, o se queda al margen y aguanta como puede un chaparrón de sensibilidad que le resulta ajena. 'Héroes' de Pau Freixas es en ese sentido paradigmática.
Todo ese baño en nostalgia y sentimientos (ese valor que como ya he dicho otras veces, cotiza últimamente a la baja) que el filme ofrece sin disimulo, es tan arriesgado como legítimo. De la misma manera que en la reciente y magnífica 'La red social' David Fincher extirpa de raíz cualquier componente emocional, creo igualmente respetable que Freixas y Albert Espinosa opten aquí por disparar directos a la fibra sensible y al lacrimal del espectador, más aún cuando lo hacen con mayor pudor y elegancia de lo que se ha dicho por algunos mentideros.
'Héroes' no es contenida, ni lo pretende. Pero tampoco carga las tintas en exceso, no llega a ser cursi, ni afectada, ni a sonrojar con blandenguería modelo Nicholas Sparks, porque el guión es sensible, pero también hace gala de un sentido del humor extraordinario (confieso reírme mucho con un actor habitualmente tan serio como Alex Brendemühl, divertidísimo en su dulce duelo con una encantadora Eva Santolaria) y unos diálogos de conmovedora gracia a la que sin duda contribuye el gran acierto en la elección de unos jóvenes actores con desparpajo de sobra para dotar de vida a la entrañable pandilla protagonista.
Entre sus infravalorados activos ya he apuntado la sencillez y el encanto de su historia, una comicidad tan blanca como efectiva, la extrema sensibilidad de su guión y un reparto estupendo, a los que hay que sumar una ambientación y un ritmo envolventes, evocadores de un tiempo, un lugar y una manera de entender la vida en peligro de extinción no sólo para los adultos sino incluso para los que son niños hoy, pues 'Héroes' apela a la exaltación de la amistad y a una visión idealizada, casi mágica, de una infancia inocente a punto de colisionar con la cruda realidad adulta; la tierna historia de un verano tan caluroso como decisivo en las vidas de los personajes, como veremos en el epílogo, marcados para siempre por su recuerdo.
Uno ha de ser muy áspero para que la propuesta no le resulte cuando menos simpática, y en cuanto a sus limitaciones (los lugares comunes, la visión totalmente idealizada de los 80, el escaso peso de algunos secundarios o el discutible golpe de efecto dramático en el último tercio, que sin embargo da un agradecible giro a una historia que hasta entonces camina por senderos tan resultones como previsibles) son evidentes, pero unos ojos empapados en lágrimas durante los últimos minutos de metraje, proporcionan una perspectiva infinitamente más tolerante hacia ellas. Y es que ese loco invento llamado cine, a veces nos hace pensar, nos provoca, nos inquieta, nos reta, nos asusta, nos incomoda, o nos enseña. Y otras, sencillamente, nos emociona. Y a algunos eso nos gusta. Mucho.
Todo ese baño en nostalgia y sentimientos (ese valor que como ya he dicho otras veces, cotiza últimamente a la baja) que el filme ofrece sin disimulo, es tan arriesgado como legítimo. De la misma manera que en la reciente y magnífica 'La red social' David Fincher extirpa de raíz cualquier componente emocional, creo igualmente respetable que Freixas y Albert Espinosa opten aquí por disparar directos a la fibra sensible y al lacrimal del espectador, más aún cuando lo hacen con mayor pudor y elegancia de lo que se ha dicho por algunos mentideros.
'Héroes' no es contenida, ni lo pretende. Pero tampoco carga las tintas en exceso, no llega a ser cursi, ni afectada, ni a sonrojar con blandenguería modelo Nicholas Sparks, porque el guión es sensible, pero también hace gala de un sentido del humor extraordinario (confieso reírme mucho con un actor habitualmente tan serio como Alex Brendemühl, divertidísimo en su dulce duelo con una encantadora Eva Santolaria) y unos diálogos de conmovedora gracia a la que sin duda contribuye el gran acierto en la elección de unos jóvenes actores con desparpajo de sobra para dotar de vida a la entrañable pandilla protagonista.
Entre sus infravalorados activos ya he apuntado la sencillez y el encanto de su historia, una comicidad tan blanca como efectiva, la extrema sensibilidad de su guión y un reparto estupendo, a los que hay que sumar una ambientación y un ritmo envolventes, evocadores de un tiempo, un lugar y una manera de entender la vida en peligro de extinción no sólo para los adultos sino incluso para los que son niños hoy, pues 'Héroes' apela a la exaltación de la amistad y a una visión idealizada, casi mágica, de una infancia inocente a punto de colisionar con la cruda realidad adulta; la tierna historia de un verano tan caluroso como decisivo en las vidas de los personajes, como veremos en el epílogo, marcados para siempre por su recuerdo.
Uno ha de ser muy áspero para que la propuesta no le resulte cuando menos simpática, y en cuanto a sus limitaciones (los lugares comunes, la visión totalmente idealizada de los 80, el escaso peso de algunos secundarios o el discutible golpe de efecto dramático en el último tercio, que sin embargo da un agradecible giro a una historia que hasta entonces camina por senderos tan resultones como previsibles) son evidentes, pero unos ojos empapados en lágrimas durante los últimos minutos de metraje, proporcionan una perspectiva infinitamente más tolerante hacia ellas. Y es que ese loco invento llamado cine, a veces nos hace pensar, nos provoca, nos inquieta, nos reta, nos asusta, nos incomoda, o nos enseña. Y otras, sencillamente, nos emociona. Y a algunos eso nos gusta. Mucho.