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Voto de Diego Deltell:
7

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7
5.2
17,050
Ciencia ficción. Intriga. Terror
Tras la catástrofe de un transbordador espacial que se estrella contra la Tierra, una misteriosa epidemia comienza a alterar el comportamiento de los seres humanos. Una psiquiatra de Washington, Carol Bennell (Nicole Kidman), junto con varios científicos, descubren que el origen de la epidemia es extraterrestre, y que se está expandiéndose a toda prisa por todo el planeta, infectando a los humanos en una mutación de su ADN que hace que ... [+]
7 de febrero de 2008
7 de febrero de 2008
68 de 115 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta crítica/mensaje es para esos críticos gafapastas que han descalificado la película mucho antes de verla y que, cuando la vieron, por supuesto, se sintieron obligados a no disfrutarla. Por una cuestión de principios. O de soplapollez.
El cine es arte, y, como tal, pretende extasiar los sentidos. ¿Es una definición pedante? Sí, pero también es válida. Te chinchas. Y sentarse a ver una película esperando que ésta nos ilumine la materia gris y nos descubra si el huevo fue antes que la puta gallina es de ser un auténtico gilipuertas. El cine entretiene, conmueve, divierte, enternece... y cuarenta pares de cosas más. Y ésa es la vaina, no hay otra. ¿Remake? Pues claro. Pero todo en el cine lo es, y en literatura. Ya comentó un genio, tiempo atrás, que las tramas originales sobre las que se componen las historias no son más que cinco o seis, y que todo lo demás son variaciones sobre las mismas: el amor, los celos, el odio, la venganza... Cinco o seis argumentos puros. Lo demás, copias enmascaradas. Y no pasa nada. Es lo que hay, y bendita sea la cosa. A esas tramas puras podemos añadirles ingredientes de la era moderna: extraterrestres cabrones, viajes espaciales, héroes de tebeo... y ya tenemos algún argumento más sobre el que deformar otro puñado de historias. Pero estaremos prácticamente en las mismas: que, a fin de cuentas, todo seguirá siendo un constante remake. Y desacreditar esta película con la excusa barata de "jo, la peli -original- era mejor" es precisamente eso: pataleta de crítico barato.
Lo que cuenta, majetes, es la firma, el criterio del realizador, su pulso, su sello. ¿O qué pasa? ¿Que no me meto en el cine a ver El pianista porque ya he visto antes otras pelis sobre el Holocausto? Vete por ahí, anda.
El cine es arte, y, como tal, pretende extasiar los sentidos. ¿Es una definición pedante? Sí, pero también es válida. Te chinchas. Y sentarse a ver una película esperando que ésta nos ilumine la materia gris y nos descubra si el huevo fue antes que la puta gallina es de ser un auténtico gilipuertas. El cine entretiene, conmueve, divierte, enternece... y cuarenta pares de cosas más. Y ésa es la vaina, no hay otra. ¿Remake? Pues claro. Pero todo en el cine lo es, y en literatura. Ya comentó un genio, tiempo atrás, que las tramas originales sobre las que se componen las historias no son más que cinco o seis, y que todo lo demás son variaciones sobre las mismas: el amor, los celos, el odio, la venganza... Cinco o seis argumentos puros. Lo demás, copias enmascaradas. Y no pasa nada. Es lo que hay, y bendita sea la cosa. A esas tramas puras podemos añadirles ingredientes de la era moderna: extraterrestres cabrones, viajes espaciales, héroes de tebeo... y ya tenemos algún argumento más sobre el que deformar otro puñado de historias. Pero estaremos prácticamente en las mismas: que, a fin de cuentas, todo seguirá siendo un constante remake. Y desacreditar esta película con la excusa barata de "jo, la peli -original- era mejor" es precisamente eso: pataleta de crítico barato.
Lo que cuenta, majetes, es la firma, el criterio del realizador, su pulso, su sello. ¿O qué pasa? ¿Que no me meto en el cine a ver El pianista porque ya he visto antes otras pelis sobre el Holocausto? Vete por ahí, anda.