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Voto de Vivoleyendo:
8
Drama. Bélico Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Kaji, un japonés pacifista, trata de librarse del servicio militar aceptando un trabajo como supervisor laboral en las minas de la Manchuria ocupada. Kaji se dedica a mejorar las pésimas condiciones de vida de los prisioneros, pero sus esfuerzos son despreciados por el jefe del campo de concentración. Un día, el odio acumulado estalla y tiene terribles consecuencias. (FILMAFFINITY)
6 de julio de 2010
27 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
La impresionante y desgarradora odisea de Kaji a través del tan deslumbrante como podrido corazón humano recibió su señal de salida en este periplo entre lo monstruoso y lo sublime.
El 1943, Kaji, hombre humanitario y pacifista a quien asquea ser llamado a filas para combatir en la Segunda Guerra Mundial, presenta un proyecto sobre el trato justo y decente a los trabajadores que suelen probar el sabor del infierno, como los mineros de Manchuria. Territorio con importantes yacimientos minerales, está constantemente disputado entre China, Mongolia, la Unión Soviética y Japón, lo cual lo convierte casi en tierra de nadie, donde los odios raciales se exacerban.
Kaji (exento de su deber militar) y su esposa se desplazan a una mina de carbón de Manchuria dirigida por japoneses, con el fin de aplicar las medidas propuestas en el proyecto de Kaji. Pero los problemas llegan desde el principio. Kaji contempla con asco e impotencia la brutalidad de los capataces japoneses que maltratan a los obreros, la corrupción y la indiferencia de los superiores… Y para terminar de agravar las cosas, llega un convoy con 600 prisioneros chinos de guerra para ser explotados en las peores condiciones. El único que ve a los obreros, mineros contratados y prisioneros, como personas y que lucha por ofrecerles un mínimo de bienestar y de derechos civiles es Kaji, quien consigue arrastrar para su causa a su ayudante Okishima. Es una batalla titánica y bañada de bilis. Los crueles japoneses no desean cambiar sus métodos brutales. Los mineros desconfían y planifican fugas. Pero él sigue su empeño con gran coraje y sufriendo duros reveses, lo cual le cuesta su paz interior y lo conduce al borde de la depresión y el colapso.
La condición humana demuestra estar dominada por la bestia, y cuando surge alguien que intenta seguir otro camino, hacen todo lo posible por derribarlo, y nadie se fía. Bueno, siempre habrá algunos más lúcidos que sabrán apreciar el esfuerzo y que echarán una mano. Escasos, pero valiosos.
Y es que a menudo llevar una etiqueta es un crimen. La etiqueta de “japonés” o “chino”. Bastante para que nadie te mire como a un ser humano individual, sino como parte de una colectividad despreciable.
Kobayashi filmó una de las aventuras más memorables del cine a través de un simple hombre que pelea por cambiar el mundo.
Vivoleyendo
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