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Romance. Comedia
Alex Fletcher (Hugh Grant), un ex cantante pop de los 80 que está en plena decadencia, se limita a actuar en las ferias de pueblo y otros lugares de diversión. Cuando, de repente, la diva Cora Corman lo invita a hacer un dueto en su nuevo disco, Alex, que no ha escrito una canción desde hace muchos años, tiene que crear un "hit" en pocos días. Pero su amiga Sophie Fisher (Drew Barrymore) le ayudará a escribir la letra. Al principio, ... [+]
22 de abril de 2007
22 de abril de 2007
7 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdad es que me ha parecido una buena película, realmente bonita y muy, muy agradable de ver. Desborda un sentido del humor distendido que se agradece, con un Hugh Grant que, aunque no se trata de uno de mis actores preferidos, he de reconocer que, aunque se repita mucho en sus típicos papeles de madurito divertido y tierno con verborrea y con tendencia a burlarse de sí mismo, sin embargo no pierde su chispa y le da a su personaje el toque necesario para hacerlo a la vez encantador, natural y bastante creíble. En su línea, Hugh Grant sabe estar a la altura, y aquí convence, o por lo menos está bastante correcto. Aunque la película no derroche originalidad humorística, divierte, y eso es lo importante.
Drew Barrymore nos deleita con un papel sencillo y natural (como también suele ser su línea), y su chispa con Hugh Grant llena la pantalla.
La fotografía es notable. Esos planos de Nueva York al atardecer, de los videoclips ochenteros (que a los que ya tenemos de 30 para arriba nos traen muchos recuerdos) y del Madison Square Garden son impactantes y dignos de ver en el cine.
Pero lo que destaca es la magnífica banda sonora. Tratándose de una película basada en la creación de una canción, la música tenía que ser el centro de todo. Y lo cierto es que esas canciones de los ochenta están muy bien y el tema creado por los protagonistas es precioso y pegadizo. Ah, y el tema de fondo que sale en una escena, ese "Never Ending Story" mítico que marcó mi infancia desde que vi "La historia interminable"; creo que no podían haber escogido un tema mejor. Desde luego, pienso comprarme la banda sonora porque vale la pena.
Por último, la combinación entre la canción que van creando el músico y la letrista novata y la relación que va surgiendo, tienen un paralelismo y algo de alegórico que, no por ser un recurso de típica comedia romántica, deja de ser bello. La música es un reflejo de los sentimientos y surge a la par que éstos y, a través de ella, el desilusionado músico y la insegura y desengañada escritora descubren el amor y se lo confiesan de una forma conmovedora.
Una canción puede ser una de las más sublimes declaraciones de amor, y todos lo sabemos porque seguro que cada cual tiene la suya. Y, si todavía no, tiempo al tiempo.
Bueno, dicho todo esto, ahora les dejo para que puedan despotricar de mi mal gusto por ver algo hermoso en una comedia romántica hollywoodiense, o bien para que aprecien mi opinión sin miedo a descubrir alguna debilidad de carácter por el hecho de que puedan disfrutar viendo esta película.
Drew Barrymore nos deleita con un papel sencillo y natural (como también suele ser su línea), y su chispa con Hugh Grant llena la pantalla.
La fotografía es notable. Esos planos de Nueva York al atardecer, de los videoclips ochenteros (que a los que ya tenemos de 30 para arriba nos traen muchos recuerdos) y del Madison Square Garden son impactantes y dignos de ver en el cine.
Pero lo que destaca es la magnífica banda sonora. Tratándose de una película basada en la creación de una canción, la música tenía que ser el centro de todo. Y lo cierto es que esas canciones de los ochenta están muy bien y el tema creado por los protagonistas es precioso y pegadizo. Ah, y el tema de fondo que sale en una escena, ese "Never Ending Story" mítico que marcó mi infancia desde que vi "La historia interminable"; creo que no podían haber escogido un tema mejor. Desde luego, pienso comprarme la banda sonora porque vale la pena.
Por último, la combinación entre la canción que van creando el músico y la letrista novata y la relación que va surgiendo, tienen un paralelismo y algo de alegórico que, no por ser un recurso de típica comedia romántica, deja de ser bello. La música es un reflejo de los sentimientos y surge a la par que éstos y, a través de ella, el desilusionado músico y la insegura y desengañada escritora descubren el amor y se lo confiesan de una forma conmovedora.
Una canción puede ser una de las más sublimes declaraciones de amor, y todos lo sabemos porque seguro que cada cual tiene la suya. Y, si todavía no, tiempo al tiempo.
Bueno, dicho todo esto, ahora les dejo para que puedan despotricar de mi mal gusto por ver algo hermoso en una comedia romántica hollywoodiense, o bien para que aprecien mi opinión sin miedo a descubrir alguna debilidad de carácter por el hecho de que puedan disfrutar viendo esta película.