Es superior a lo que esperaba esta adaptación de un cuento de Stephen King. Bastante canguelo psicológico en una habitación de hotel nada inofensiva. El ambiguo director del establecimiento (Samuel L. Jackson) advierte a Mike Enslin (John Cusack) que no entre en la 1408 porque carga con una leyenda negra de misteriosas muertes, pero el escéptico escritor hace caso omiso y se instala con su grabadora y sus aires de incredulidad y pitorreo. La espaciosa suite no tardará en poner en marcha una serie de fenómenos extraños que irán metiendo el miedo en el cuerpo al intruso, encaminados a producirle una claustrofobia agobiante, despertar sus temores más ocultos y reavivar viejas heridas del subconsciente. Una batalla encarnizada a muerte se libra entre la habitación y el que ha quedado atrapado en ella...
Humor negro, tensión y drama bien llevados por John Cusack, en un encierro que tiene gancho y que resulta no poco angustioso.
Cuando el río suena... Preferible no tentar a la suerte.