Matthew Vaughn vuelve a deleitarnos con una buena película de acción como ya hizo con kick-ass y con x-men primera generación aunque en esta última sin sobresalir. Vuelve a ponernos en bandeja una historia tan deliciosa y juguetona que no te apetece perderte ni un detalle del filme. Ya me había fijado minimamente en su increíble manejo de las escenas de acción para convertir una posible chorrada (escena de la iglesia) en una absoluta maravilla visual.
Su humor es muy inteligente con unos toques de sátira (atacando a la monarquía o coqueteando con la iglesia) y con un villano que interpreta muy bien Samuel L.Jackson, simplemente desternillante.
Poco más se puede decir y pedir de una película de acción y humor, y si encima sales del cine con la mentalidad de que has visto algo fuera de lo normal dentro de ese género mucho mejor.