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Voto de El Libanés:
7
Voto de El Libanés:
7
6.2
10,209
Drama
En la Coney Island de la década de los 50, el joven Mickey Rubin (Timberlake), un apuesto salvavidas del parque de atracciones que quiere ser escritor, cuenta la historia de Humpty (Jim Belushi), operador del carrusel del parque, y de su esposa Ginny (Winslet), una actriz con un carácter sumamente volátil que trabaja como camarera. Ginny y Humpty pasan por una crisis porque además él tiene un problema con el alcohol, y por si fuera poco ... [+]
27 de diciembre de 2017
27 de diciembre de 2017
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Así conoce la crítica especializada al período inicial de Piasso en París (1904-1906). En aquellos días, el artista daba un tono muy frío a sus cuadros, casi todos centrados en el mundo de la marginalidad. Dentro de una atmósfera parecida nos sumerge Woody Allen para esta historia de un Coney Island irreal pero de época, en una curiosa apuesta que mezcla elementos de las tragedias de Eugene O´Neill con un capítulo de "Los Soprano".
Si bien no abandona el sentido del humor que le caracteriza en los diálogos, el director coge un tono cotidiano pero sombrío para enfocar a una mujer desesperada, ahogada en las migrañas y un mediocre matrimonio. Sabiamente, el argumento no toma partido por sus personajes, todos tienen motivaciones y frustraciones comprensibles, mezquinas, románticas y, ante todo, humanas.
Kate Winslet brinda uno de sus mejores trabajos, entregándose en cuerpo y alma a esta especie de Blanche Dubois. Es fascinante comparar el excelente trabajo brindado por Winslet con el que firmó Cate Blanchett en "Blue Jasmine". La desesperación es la misma, el estrato social es la divergencia.
La historia no podría estar mejor escrita. No es el Woody más original, pero es imposible no entender por qué los personajes actúan así. Tiene elipsis elegantes y que apuestan por confiar en la inteligencia de su audiencia. Javier Krahe afirmaba que hay comedias chabacanas con las que uno se parte de risa. Sin embargo, no era comparable, a su juicio, con la sensación de salir de un film de este autor, donde uno se sentía recompensado por la atención prestada.
El casting es exquisito. Se trae un refuerzo de lujo de la mano de dos queridos intérpretes de "Los Soprano". Justin Timberlake ejemplifica a la perfección a un galán y artista frustrado, alguien que lleva mucho tiempo buscando experiencias ajenas y hablando de obras que nunca va a empezar. Juno Temple y James Belushi, por su lado, nos brindan una tensa, complicada y emotiva relación paterno-filial.
No es "Delitos y faltas" o "Match Point", pero de la mano de una sobresaliente Winslet volvemos a enfrentarnos a dilemas morales y éticos en la gran pantalla que, a día de hoy, pocos pueden garantizar a la altura de un cineasta único e irrepetible.
Puede parecer fría. Al igual que en los cuadros de Picasso, es absolutamente premeditado.
Si bien no abandona el sentido del humor que le caracteriza en los diálogos, el director coge un tono cotidiano pero sombrío para enfocar a una mujer desesperada, ahogada en las migrañas y un mediocre matrimonio. Sabiamente, el argumento no toma partido por sus personajes, todos tienen motivaciones y frustraciones comprensibles, mezquinas, románticas y, ante todo, humanas.
Kate Winslet brinda uno de sus mejores trabajos, entregándose en cuerpo y alma a esta especie de Blanche Dubois. Es fascinante comparar el excelente trabajo brindado por Winslet con el que firmó Cate Blanchett en "Blue Jasmine". La desesperación es la misma, el estrato social es la divergencia.
La historia no podría estar mejor escrita. No es el Woody más original, pero es imposible no entender por qué los personajes actúan así. Tiene elipsis elegantes y que apuestan por confiar en la inteligencia de su audiencia. Javier Krahe afirmaba que hay comedias chabacanas con las que uno se parte de risa. Sin embargo, no era comparable, a su juicio, con la sensación de salir de un film de este autor, donde uno se sentía recompensado por la atención prestada.
El casting es exquisito. Se trae un refuerzo de lujo de la mano de dos queridos intérpretes de "Los Soprano". Justin Timberlake ejemplifica a la perfección a un galán y artista frustrado, alguien que lleva mucho tiempo buscando experiencias ajenas y hablando de obras que nunca va a empezar. Juno Temple y James Belushi, por su lado, nos brindan una tensa, complicada y emotiva relación paterno-filial.
No es "Delitos y faltas" o "Match Point", pero de la mano de una sobresaliente Winslet volvemos a enfrentarnos a dilemas morales y éticos en la gran pantalla que, a día de hoy, pocos pueden garantizar a la altura de un cineasta único e irrepetible.
Puede parecer fría. Al igual que en los cuadros de Picasso, es absolutamente premeditado.