Innecesaria pero no indigna secuela de la exitosa franquicia "Arma Letal". Richard Donner pone los ingredientes acostumbrados, polis compañeros, tiroteos y qué barato es explotar coches en la industria del cine estadounidense. Mel Gibson y Danny Glover están cómodos al máximo, podrían hacer sus papeles con los ojos cerrados.

Ahora toca el turno de la mafia china, lo cual va a permitir incluir coreografías distintas a la anteriores entregas en esta obra donde, siquiera tangencialmente, el dueto empieza a admitir que la edad no pasa en balde. Los dos agentes vuelven a cabalgar juntos y les acompañas algunos secundarios muy queridos de su universo, especialmente los personajes de Rene Russo y Joe Pesci.

Precisamente el segundo tiene un emotivo diálogo con Riggs acerca de los cambios que se han producido en su vida que resulta realmente hermosos. Un toque de sensibilidad y del efecto de los acontecimientos de estos años de aventura que revelan que esta cuarta parte pudo haber profundizado más, aunque prefiera quedarse al final en lo de siempre.

Para fans de la saga. Un honesto entretenimiento sin sobresaltos. Eso sí, la incluisón del bueno de Chris Rock no parece terminar de cuajar como boceto de "Arma Letal: Nueva Generación".