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Voto de JaulaDeArdilla:
7
Ciencia ficción. Thriller El doctor Brace y la doctora Reynolds están a punto de culminar un proyecto: una máquina grabadora que, unida a unos sofisticados sensores de ondas cerebrales, puede leer y grabar todas las sensaciones físicas y emocionales del individuo. Y como colofón, quieren conseguir que esa suma de sensaciones, grabadas en una cinta de diez centímetros, pueda ser reexperimentada por otra persona diferente. (FILMAFFINITY)
9 de octubre de 2016
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Conocida en España con el nombre de "Proyecto Brainstorm" esta extraña cinta protagonizada por un jovencísimo Cristopher Walken resulta más interesante desde un punto de vista histórico-cinematográfico que no por la propia historia en sí. La premisa que presenta, la de grabar y reproducir memorias, se adelanta en el tiempo a Desafío Total (1990) o Días Extraños (1995), si bien estoy convencido que ya había novelas de ciencia ficción anteriores que lo trataban. Lo interesante es que lo presenta desde el punto de vista de los científicos que lo desarrollan, con tecnología totalmente 80s (veréis cintas magnéticas, conexiones a redes a través del auricular telefónico, mucho panel con botones luminosos, etc.). Un "gimmick" interesante es que los tramos reales se ven en un formato pequeño mientras que las memorias reproducidas aparecen en gran formato. Imagino que en su día sería un buen reclamo en el cine.

La película presenta la clásica trama de como las corporaciones y los militares se apoderan de un proyecto científico y de como éstos, a su manera, se revelan. Hay otras subtramas más vinculadas a la relaciones personales. La película es ligeramente oscura, sin exagerar. Personalmente le falta un poco de mal rollo para que hubiera sido memorable.

La segunda parte de la cinta es un pequeño desastre, ya que la venganza de los científicos resulta infantil y desentona con la película; quedaría bien en una peli de Bud Spencer y Terence Hill, pero no aquí. Merecería mayor puntuación si no fuera por esto. La parte final es, nuevamente, una concesión metafísica a los fans de 2001, bastante irregular y desmerecedora del buen comienzo. Christopher Walken cumple en su papel y resulta chocante verle en un papel expresivo (¡sonríe! ¡llora! ¡no tiene cara de palo todo el tiempo!).

En resumen, si queréis re-experimentar los 80s en todo su esplendor, y con todos sus defectos, entonces Brainstorm es una muy buena opción.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
JaulaDeArdilla
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