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Voto de Fernando Cortizo:
7
5.7
24,046
Serie de TV. Animación. Drama. Aventuras. Infantil Serie de TV (1976). 52 episodios. Ambientada a finales del siglo XIX. Marco es un niño que vive en Génova. La grave crisis económica que atraviesa Italia obliga a su madre a emigrar a Argentina. Pero, pasado cierto tiempo, deja de escribir, por lo que Marco, acompañado de su mono Amedio, decide ir a buscarla y traerla de vuelta a Italia. (FILMAFFINITY)
31 de julio de 2014
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dirigida por el japonés Isao Takahata, director de las también míticas series "Heidi" (1974) y "Ana de la Tejas Verdes" (1979), o de los largometrajes animados "La Tumba de las Luciérnagas" (1988) y "Recuerdos del Ayer" (1991), Takahata es uno de los referentes internacionales en el campo de la animación (anime) y creador junto con su amigo Hayao Miyazaki, de los míticos estudios Ghibli.

La serie inspirada en el cuento juvenil del italiano Edmondo de Amicis (1846-1908) "Marco, de los Apeninos a los Andes", es un relato breve de ficción incluido en su novela "Corazón", publicada en 1886, y ambientada a finales del siglo XIX, en plena crisis económica en Italia, que obligó a muchas personas a buscar trabajo en el industrializado Norte (especialmente en Milán) y en otros países como Estados Unidos o Argentina.
En ella relata el largo y accidentado viaje, desde Génova hasta Buenos Aires (pasando por Boca, Córdoba, Rosario, Tucumán) de Marco, un niño de trece años, en busca de su madre, que había emigrado a Argentina dos años antes, para encontrar trabajo sirviendo en una casa, y así poder ayudar económicamente a su familia, sumida en una profunda crisis.

Rica en matices y detalles, veraz, entrañable y realista hasta límites insospechados. Es una serie tan realista y honesta con la evolución psicológica de sus personajes, que quizás, cierto sector de la audiencia no esté acostumbrada a ver reflejada en personajes animados tan alto nivel de miseria, pobreza, crueldad e indolencia. Aunque en esta serie también tienen cabida valores conceptuales como la amistad, la solidaridad. Además sus creadores, siempre se las ingeniaban en cada episodio para dar un aire de esperanza, con el que poder afrontar con cierto optimismo, las peripecias de las posteriores entregas.

Una serie de calidad, necesaria y de incalculable valor, que ensalza ciertos aspectos de la naturaleza humana (buenos y malos) no vistos con frecuencia en series animadas de esa época (años 70) que no ha sido valorada como se merece, y que desde éstas líneas me gustaría reivindicar y recomendar.
Fernando Cortizo
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