Desde mi punto de vista, ‘A Clockwork Orange’ es la obra más polémica de Stanley Kubrick, por lo tanto, esto la convierte en una de esas pocas películas que dividen al público. Un film, basado en la novela de Anthony Burgess, que combina dosis de humor malsano, violencia, sexo y depravación, todo ello acompañado por la excelentísima música clásica de Ludwig van Beethoven. La música clásica y la violencia son dos "drugos" que funcionan a la perfección, con la ayuda de una narración hipnótica y escenas que causan aversión. Un enfoque errático y escandalizador, orientado hacia la problemática social, el vandalismo, el sadismo, la degeneración social y la lujuria.

‘A Clockwork Orange’ es una de esas obras de arte que producen controversia entre los espectadores y que exigen ser analizadas desde los ojos de un artista. Sin duda es una bella y fascinante obra de arte, en la que Malcolm McDowell realiza una actuación extraordinaria, inolvidable esa mirada a la cámara propia de un asesino y un psicópata.