Con ‘Los otros’, Alejandro Amenábar efectúa un ejercicio de un estilismo visual barroco y clasicista al mismo tiempo. El suspense e intriga narrativa son puramente eficaces, logrando atrapar al espectador en una urdidora trama realmente asombrosa. Su minuciosa dirección bebe del juego de reducción de luces y del claroscuro de una fotografía de Javier Aguirresarobe fascinante. El guión, así como la música, es del propio Amenábar (peculiaridad que me recuerda al gran maestro Chaplin, que se encargaba de todos los aspectos técnicos). Su brumosa y tenebrosa ambientación, no justifica que su historia carezca, en su mayor parte, de emoción y tensión. Pero lo que si justifica, es que produzca en el espectador un augurio de sobresalto y disgusto. El factor sorpresa fue íntegramente explotado por ‘The Sixth Sense’, cuyo final sirve de pretexto para desenlazar esta historia, que en ocasiones se cree un cuento de miedo para niños. El éxito en taquilla de ambas películas ha sido tal, que demuestra que el factor sorpresa siempre funciona. En el reparto destacan una estremecedora Nicole Kidman, con una actuación que quita el aliento y una enigmática Fionnula Flanagan.

En la isla de Jersey, una extraña y misteriosa familia vive en una casa anticuada. La madre es una mujer con una fina cortesía y con exceso de desconsideración. Su hija y su hijo poseen una rara enfermedad que les hace ser sensibles a la luz, por lo que todas las habitaciones están en plena penumbra. Y su padre es un desaparecido combatiente de la Segunda Guerra Mundial. Un día se presentan unos huéspedes que dicen venir para trabajar en la casa como asistentes, a partir de ese momento, en la casa ocurrirán una serie de sucesos paranormales sin explicación alguna, ¿o si?

Lo mejor: su estilismo narrativo.

Lo peor: su escasa emoción y tensión.