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Voto de Angel Lopez:
7
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7
7.0
32,330
10 de enero de 2015
10 de enero de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Carros de fuego es una de esas películas que se han hecho eternas gracias a su banda sonora. El film narra la preparación para las pruebas olímpicas de atletismo de dos corredores excepcionales, condicionados enormemente por sus principios religiosos. Por una parte, Harold Abrahams (Ben Cross) es un estudiante de leyes, judío, que no duda en prepararse de la mejor y más honrada forma posible con tal de ganar, para lo que acude a un particular entrenador llamado Sam Mussabini (Ian Holm), cuyos orígenes italianos y árabes son cuestionados por los altos cargos de la institución en la que estudia Abrahams. Por otra parte, se encuentra el escocés Eric Lidell (Ian Charleson), quien antepone sus principios religiosos a cualquier tipo de prueba deportiva, lo que le representará diversos conflictos morales de cara a su preparación para las olimpiadas.
Hugh Hudson con una correctísima dirección y una convencional narración realiza un drama biográfico que se centra en la rivalidad de dos grandes atletas británicos, aunque más que en la rivalidad en la admiración mutua que les impulsaba a superarse, ya que ambos participarían en el equipo británico en los Juegos Olímpicos de 1924. Dos atletas completamente distintos, con creencias religiosas, filosofías de la vida y el deporte distintas, pero con un único objetivo: alcanzar el éxito y demostrar su talento.
Carros de fuego es indiscutiblemente un claro referente del género que en 1982 se alzó con 4 Oscars, incluidos el de mejor película y banda sonora.
Hugh Hudson con una correctísima dirección y una convencional narración realiza un drama biográfico que se centra en la rivalidad de dos grandes atletas británicos, aunque más que en la rivalidad en la admiración mutua que les impulsaba a superarse, ya que ambos participarían en el equipo británico en los Juegos Olímpicos de 1924. Dos atletas completamente distintos, con creencias religiosas, filosofías de la vida y el deporte distintas, pero con un único objetivo: alcanzar el éxito y demostrar su talento.
Carros de fuego es indiscutiblemente un claro referente del género que en 1982 se alzó con 4 Oscars, incluidos el de mejor película y banda sonora.