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Voto de baskin 26:
8
22 de octubre de 2011
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bernardo de Chartres fue un filósofo neoplatónico y erudito del siglo XII. A él debemos la enormemente descriptiva frase: "Un enano subido a los hombros de un gigante puede ver más lejos que el mismo gigante". Con ello hacía referencia a que los filósofos clásicos eran gigantes y los modernos, sólo enanos. Con la salvedad de que si estos eran tan inteligentes que partían de las enseñanzas de los antiguos ya eran mayores que ellos. Bien, pues bastante de ello creo que subyace en la carrera de Truffaut. Con la salvedad de que Truffaut, quizás, represente la excepción y sea, verdaderamente, un gigante a lomos de otro gigante. Con todo lo que ello significaría.
Esta película está hecha desde la pasión, desde la pura cinefilia. Desborda la pantalla y te atrapa por su frescura y su originalidad. Se te graba a fuego como el primer beso o la primera vez que haces el amor. Es sorpendente por su aparente sencillez, por rendir homenaje a tantos clásicos del cine, por contar simultáneamente dos películas, por ver a Truffaut haciendo de actor que interpreta al director que es en la realidad (ahí es nada), por la belleza afrodisíaca de Jacqueline Bisset, por los ojos cristalinos de Jacqueline Bisset, por mostrar cómo es de caótico un rodaje, por unos actores en estado de gracia... Y así podría seguir hasta aburrir. Sólo añadiré, para terminar, que cualquiera puede rodar una película pero sólo unos pocos elegidos pueden hacer Cine.
Merci beaucoup, monsieur Truffaut.
Esta película está hecha desde la pasión, desde la pura cinefilia. Desborda la pantalla y te atrapa por su frescura y su originalidad. Se te graba a fuego como el primer beso o la primera vez que haces el amor. Es sorpendente por su aparente sencillez, por rendir homenaje a tantos clásicos del cine, por contar simultáneamente dos películas, por ver a Truffaut haciendo de actor que interpreta al director que es en la realidad (ahí es nada), por la belleza afrodisíaca de Jacqueline Bisset, por los ojos cristalinos de Jacqueline Bisset, por mostrar cómo es de caótico un rodaje, por unos actores en estado de gracia... Y así podría seguir hasta aburrir. Sólo añadiré, para terminar, que cualquiera puede rodar una película pero sólo unos pocos elegidos pueden hacer Cine.
Merci beaucoup, monsieur Truffaut.