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Voto de La Taverna del Mastí:
7
Voto de La Taverna del Mastí:
7
6.3
5,066
16 de noviembre de 2018
16 de noviembre de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde "La sagrada familia" (2006), su primer largometraje, el cineasta chileno Sebastián Lelio se ha metido siempre entre “las patas de los caballos”, como él dice. Ha tocado conflictos, prejuicios e hipocresías de nuestras sociedades contemporáneas que llevan al espectador a “pensarlo todo de nuevo”; sin embargo, nunca lo ha hecho desde la postura del provocador o del denunciante, que en el fondo es la más convencional, y “aburrida” de las formas, tal y como añadiría él. Si en su multipremiada "Gloria" (2013) encontró el adecuado tono pop para contar las peripecias vitales, amorosas y sexuales de una mujer solitaria a punto de entrar “en el otoño de la vida”, y en la oscarizada "Una mujer fantástica" (2017) abordó un brillante melodrama sobre la historia de amor de una mujer transexual; ahora, en "Disobedience", se mete de lleno en el corazón de Londres para relatarnos una intensa aproximación al lesbianismo, dentro de los severos y cohibidos límites de la comunidad judío-ortodoxa.
Dos Rachels, Weisz y McAdams, son Ronit y Esti, las protagonistas de este denso filme en el que las interpretaciones adquieren un cometido trascendental. Por otra parte, Alessandro Nivola encarna al rabino Dovid Kuperman, que completa el clásico triángulo amoroso por el que pivota todo el nudo narrativo, en el que Lelio nos guía de manera pausada y firme por un microcosmos donde la religión modela cada aspecto de la cotidianidad.
"Disobedience" empieza con la inesperada muerte del rabino de la sinagoga londinense. Este hecho provoca que Ronit Krushka, hija del rabino fallecido, deje su trabajo como fotógrafa en Nueva York para volver al norte de Londres para el funeral de su padre. Su irrupción en la citada comunidad pone patas arriba el opresivo ambiente de ventanas cerradas, ropajes remilgados y pelucas, generando incomodidad allá por donde pasa, y perturbando la estabilidad aparente del matrimonio entre Alessandro y Esti Kuperman. Lejos de las estridencias 'hollywoodienses', y recubierto con una fotografía de tonos grisáceos y apagados, Lelio desgrana una historia profunda, melancólica y sutil, revestida con múltiples capas que se van desprendiendo poco a poco, con delizadeza, a su vez que el pasado de nuestro trío protagonista va aflorando, como es la amistad que les une desde la infancia, y sobre todo, el amor latente entre Ronit y Esti. Alessandro, kipá en testa, está convencido de ocupar la posición de rabino de la comunidad, y la relación de estas mujeres se convierte en un obstáculo importante que amenaza su propósito; sin embargo, el amor no entiende de leyes, ni atiende a razones, surgiendo sin remisión como el agua que se desliza sobre el cauce de un río. El tema "Lovesong" de The Cure se erige como el detonante de su pasión escondida. La maravillosa melodía y voz de Robert Smith las hace volver a tiempos pasados y anhelados, con el deseo de que se conviertan en su presente, aunque ambas lo afrontan desde distintos ángulos. En su esencia, podríamos afirmar que esta película sobre la desobediencia de las normas, la lucha contra las imposiciones y la batalla frente a la intransigencia es una canción de amor, solo que inesperada y realista.
En esta historia resulta igual de importante lo que se dice como aquello que se calla e intuye. Sebastián Lelio construye un estupendo drama romántico de emociones contenidas y atmósferas recargadas, casi como si se tratara de un thriller por la carga de angustia y tensión que se percibe en cada plano. Quizás peque de poseer un ritmo demasiado pausado en su primera mitad, algo que puede espantar al espectador inquieto, y acostumbrado a los 'formularios' comerciales; no obstante, "Disobedience" es una película notable, que trata de forma fascinante un tema controvertido y algo tabú, encomendado por un trío de interpretaciones fantásticas que hacen muy interesante su visionado.
Dos Rachels, Weisz y McAdams, son Ronit y Esti, las protagonistas de este denso filme en el que las interpretaciones adquieren un cometido trascendental. Por otra parte, Alessandro Nivola encarna al rabino Dovid Kuperman, que completa el clásico triángulo amoroso por el que pivota todo el nudo narrativo, en el que Lelio nos guía de manera pausada y firme por un microcosmos donde la religión modela cada aspecto de la cotidianidad.
"Disobedience" empieza con la inesperada muerte del rabino de la sinagoga londinense. Este hecho provoca que Ronit Krushka, hija del rabino fallecido, deje su trabajo como fotógrafa en Nueva York para volver al norte de Londres para el funeral de su padre. Su irrupción en la citada comunidad pone patas arriba el opresivo ambiente de ventanas cerradas, ropajes remilgados y pelucas, generando incomodidad allá por donde pasa, y perturbando la estabilidad aparente del matrimonio entre Alessandro y Esti Kuperman. Lejos de las estridencias 'hollywoodienses', y recubierto con una fotografía de tonos grisáceos y apagados, Lelio desgrana una historia profunda, melancólica y sutil, revestida con múltiples capas que se van desprendiendo poco a poco, con delizadeza, a su vez que el pasado de nuestro trío protagonista va aflorando, como es la amistad que les une desde la infancia, y sobre todo, el amor latente entre Ronit y Esti. Alessandro, kipá en testa, está convencido de ocupar la posición de rabino de la comunidad, y la relación de estas mujeres se convierte en un obstáculo importante que amenaza su propósito; sin embargo, el amor no entiende de leyes, ni atiende a razones, surgiendo sin remisión como el agua que se desliza sobre el cauce de un río. El tema "Lovesong" de The Cure se erige como el detonante de su pasión escondida. La maravillosa melodía y voz de Robert Smith las hace volver a tiempos pasados y anhelados, con el deseo de que se conviertan en su presente, aunque ambas lo afrontan desde distintos ángulos. En su esencia, podríamos afirmar que esta película sobre la desobediencia de las normas, la lucha contra las imposiciones y la batalla frente a la intransigencia es una canción de amor, solo que inesperada y realista.
En esta historia resulta igual de importante lo que se dice como aquello que se calla e intuye. Sebastián Lelio construye un estupendo drama romántico de emociones contenidas y atmósferas recargadas, casi como si se tratara de un thriller por la carga de angustia y tensión que se percibe en cada plano. Quizás peque de poseer un ritmo demasiado pausado en su primera mitad, algo que puede espantar al espectador inquieto, y acostumbrado a los 'formularios' comerciales; no obstante, "Disobedience" es una película notable, que trata de forma fascinante un tema controvertido y algo tabú, encomendado por un trío de interpretaciones fantásticas que hacen muy interesante su visionado.