Haz click aquí para copiar la URL
España España · Somewhere Far Beyond
Voto de Richy:
7
Terror. Fantástico La prematura muerte de su madre durante un parto, arranca violentamente a Víctor Frankenstein de su idílica vida en Ginebra. Desde ese día, la idea de vencer a la muerte será su obsesión y, por ello, decide estudiar medicina en Ingolstadt. Allí conoce al siniestro profesor Waldman, de quien se rumorea que pasó su juventud estudiando la posibilidad de crear un ser humano. Víctor no sólo se interesa por sus experimentos, sino que está ... [+]
4 de febrero de 2013
Sé el primero en valorar esta crítica
Kenneth Branagh, director obsesionado con adaptar la obra de Shakespeare a la gran pantalla, se atrevió sin alejarse demasiado de su obsesión a realizar una versión fiel de la clásica obra de Mary Shelley “Frankenstein” eligiendo nada menos que a Frank Darabont (“Cadena perpetua”, 1994) para guionizarla.

El mismo Branagh es Víctor Frankenstein, un brillante científico obsesionado por vencer a la muerte después de perder a su madre en un parto. Para ello, se valdrá de los diarios de un eminente cirujano de Ingolstadt, en los que encontrará el camino para crear vida de lo inanimado, una criatura formada por restos humanos formando un grotesco puzzle, a la que logra dar vida. Pero Víctor se arrepiente de haber jugado a ser Dios, y cuando el monstruo toma conciencia de sí mismo y de su situación, ya es demasiado tarde para dar marcha atrás.

No puedo opinar sobre la fidelidad o no a la obra original porque no he tenido ocasión de leerla, pero lo que sí está claro es que el “Frankenstein” de Branagh se ha realizado con unas ansias inconmensurables de alcanzar éxito y gloria, siguiendo además una moda, la de adaptaciones de clásicos, que impuso Coppola con su extraordinaria “Drácula” (1992) dos años antes. Más comercial de lo que suelen ser sus filmes shakespeareanos, “Frankenstein” es un intento de relatar la verdadera historia del mítico monstruo que la Universal explotó tantas veces en un par de excelentes películas (en 1931 y 1933, ambas de James Whale) y otras cuantas de menor calidad. La de Branagh es una obra madura, trágica, de gran calado romántico y de terror victoriano, con un sentido del ritmo casi virtuoso y un desarrollo excelente, lo que la hace altamente entretenida.

Branagh da a los personajes y las situaciones un encantador aire de tragedia clásica y romanticismo barroco. El mismo Víctor es un hombre tan atormentado como arrebatado por la pasión, cualidad esta última que Branagh ensalza sobremanera en los encuentros entre Víctor y Elizabeth (Elena Bonham Carter) para resaltar de forma más notable la tragedia que se va avecinando. El otro personaje atormentado es el mimo monstruo (Robert DeNiro), incapaz de entender el por qué su creador le ha dado una existencia tan dolorosa y tan fuera de sentido.

El filme, de buena factura y trabajado diseño, presenta una narración sin apenas altibajos de ritmo, incluso en algunos momentos las escenas se suceden sin continuidad saltando entre situaciones que, a pesar de no ser difíciles de seguir, requieren una cierta atención del espectador. El tono de la película se acerca más al cine de acción por lo acelerado de su tempo narrativo, aunque también ofrece momentos de terror clásico y, sobre todo, de tragedia romántica.

En las actuaciones, destaca ante todo un sensacional Robert DeNiro haciendo un monstruo de Frankenstein tan memorable como lo fue Boris Karloff en su momento. También destaca la siempre acertada aparición de Tom Hulce, el archiconocido Mozart de “Amadeus” (1984). En un nivel un tanto más bajo, los dos protagonistas, Kenneth Branagh y Helena Bonham Carter, no pasan de estar simplemente correctos, algo que a Branagh se le puede perdonar más por ser también el director de una obra que no es nada fácil dirigir e interpretar a la vez.

A pesar de tener la sensación de haberse quedado algo descolgado de sus gloriosas intenciones iniciales, el filme de Branagh es, cuanto menos, una historia con encanto, muy bien narrada y un tanto incomprendida. Tiene muchos momentos de buen cine, una banda sonora impresionante, y un sentido del espectáculo imprescindible en una cinta de estas pretensiones.

Muy recomendable.
Richy
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow