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Voto de Davidpardi97:
8
Voto de Davidpardi97:
8
6.6
13,519
Drama. Romance
En los años 50, la joven irlandesa Eilis Lacey decide abandonar Irlanda y viajar a los Estados Unidos, concretamente a Nueva York, donde conoce a Tony, un chico italiano con el que comienza a salir y del que se enamora. Pero, un día, a Eilis le llegan noticias de una triste noticia familiar y tendrá que decidir entre quedarse en su nuevo país o volver a su tierra natal. (FILMAFFINITY)
3 de abril de 2016
3 de abril de 2016
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Esta cinta irlandesa ha sido sin duda una de las sorpresas del año. Su inesperada aparición en los Oscar no esconde ningún otro secreto que el de una película que, a pesar de su sencillez, asombra al público en general. Y es que el tema central no es sólo el amor, sino la nostalgia, nostalgia que permanece durante todo el film y que termina por transmitirse al propio espectador.
Basada en la novela de Colm Troibin, Brooklyn cuenta la historia de Eilis, una joven irlandesa que toma la difícil decisión de abandonar su hogar y a su familia para viajar a Nueva York. Al principio se muestra reticente a adoptar los modales de allí, pero tras conocer a un chico empezará a integrarse en la sociedad estadounidense. Es entonces cuando Eilis recibe una noticia que trastoca su mundo, por lo que tendrá que tomar una difícil decisión: permanecer en Brooklyn o volver a Irlanda.
Saoirse Ronan es sin duda el foco principal de Brooklyn y la principal razón para ver esta película. La joven actriz, que con esta película obtenía su segunda nominación al Oscar, nos deleita con una sensacional actuación. Saoirse consigue que empaticemos con el personaje y podamos ver la tremenda evolución de Eilis desde que llega a Nueva York hasta el final de la película. El resto de actuaciones no se quedan atrás, pues en Brooklyn también destacan las brillantes interpretaciones de los secundarios, desde el joven italiano que seduce a Eilis, hasta la madre y su incorregible carácter, pasando por un tímido Domnhall Gleeson que le da a Eilis otra perspectiva de la vida y le hace replantearse muchas cosas.
Son varios los temas que propone el film a través de sus elocuentes e inspiradores diálogos (destacando la triste verdad que le descubre una compañera de piso a Eilis en una discusión cotidiana). El amor es siempre un tema atrayente, pero como decía antes, la nostalgia juega un papel muy relevante en esta película. Otra idea a destacar es la confrontación de la vida fácil y sencilla con la de una vida ardua y llena de responsabilidades. Eilis sufre varias veces la tentación de cambiar de vida y buscar lo más fácil, pero al final apela a su corazón y éste le ayuda a tomar las decisiones correctas. Es interesante señalar que, aunque la historia tenga lugar hace más de 60 años, las cuestiones planteadas son perfectamente aplicables a la sociedad actual. Eilis fue una de las pioneras, de aquellas mujeres que en los años 50 se armaron de valor y decidieron emigrar y buscar un trabajo sin importarles las dificultades, las cuales eran dobles por el hecho de ser inmigrante y, sobre todo, mujer. Eilis sufre una evolución, pero su talento lo conserva desde el principio y lo único que tiene que hacer es demostrar lo que vale. Experimenta el cambio de pasar totalmente desapercibida a ser valorada en su propia casa donde tanto se la desprestigió.
En conclusión, Brooklyn no intenta parecer más de lo que es, no ostenta al igual que no lo hacen sus personajes. Que éstos sean tan sencillos y naturales es precisamente lo que hace que el espectador sienta tanta empatía por ellos. A simple vista, puede parecer un drama amoroso más, pero Brooklyn es una película de gran magnitud tanto por sus interpretaciones como por su capacidad para transmitir las emociones de sus personajes y las elecciones que estos toman, porque en el amor “siempre hay que elegir”.
Basada en la novela de Colm Troibin, Brooklyn cuenta la historia de Eilis, una joven irlandesa que toma la difícil decisión de abandonar su hogar y a su familia para viajar a Nueva York. Al principio se muestra reticente a adoptar los modales de allí, pero tras conocer a un chico empezará a integrarse en la sociedad estadounidense. Es entonces cuando Eilis recibe una noticia que trastoca su mundo, por lo que tendrá que tomar una difícil decisión: permanecer en Brooklyn o volver a Irlanda.
Saoirse Ronan es sin duda el foco principal de Brooklyn y la principal razón para ver esta película. La joven actriz, que con esta película obtenía su segunda nominación al Oscar, nos deleita con una sensacional actuación. Saoirse consigue que empaticemos con el personaje y podamos ver la tremenda evolución de Eilis desde que llega a Nueva York hasta el final de la película. El resto de actuaciones no se quedan atrás, pues en Brooklyn también destacan las brillantes interpretaciones de los secundarios, desde el joven italiano que seduce a Eilis, hasta la madre y su incorregible carácter, pasando por un tímido Domnhall Gleeson que le da a Eilis otra perspectiva de la vida y le hace replantearse muchas cosas.
Son varios los temas que propone el film a través de sus elocuentes e inspiradores diálogos (destacando la triste verdad que le descubre una compañera de piso a Eilis en una discusión cotidiana). El amor es siempre un tema atrayente, pero como decía antes, la nostalgia juega un papel muy relevante en esta película. Otra idea a destacar es la confrontación de la vida fácil y sencilla con la de una vida ardua y llena de responsabilidades. Eilis sufre varias veces la tentación de cambiar de vida y buscar lo más fácil, pero al final apela a su corazón y éste le ayuda a tomar las decisiones correctas. Es interesante señalar que, aunque la historia tenga lugar hace más de 60 años, las cuestiones planteadas son perfectamente aplicables a la sociedad actual. Eilis fue una de las pioneras, de aquellas mujeres que en los años 50 se armaron de valor y decidieron emigrar y buscar un trabajo sin importarles las dificultades, las cuales eran dobles por el hecho de ser inmigrante y, sobre todo, mujer. Eilis sufre una evolución, pero su talento lo conserva desde el principio y lo único que tiene que hacer es demostrar lo que vale. Experimenta el cambio de pasar totalmente desapercibida a ser valorada en su propia casa donde tanto se la desprestigió.
En conclusión, Brooklyn no intenta parecer más de lo que es, no ostenta al igual que no lo hacen sus personajes. Que éstos sean tan sencillos y naturales es precisamente lo que hace que el espectador sienta tanta empatía por ellos. A simple vista, puede parecer un drama amoroso más, pero Brooklyn es una película de gran magnitud tanto por sus interpretaciones como por su capacidad para transmitir las emociones de sus personajes y las elecciones que estos toman, porque en el amor “siempre hay que elegir”.