La película es simple pero directa. Dentro de su simplicidad hay múltiples matices. Vive de las casualidades, algo que ocurre nada más empezar, y esas casualidades no dejan de llegar al metraje. En el fondo la vida es una casualidad constante, y en esta película, aunque en ocasiones sean casualidades demasiado irreales, te dejas llevar por la gran actuación de su pareja protagonista; ya era fan de Chris Messina, pero ahora lo soy también de Abigail Spencer, me ha encantado su actuación.

Una película para disfrutar y viajar por sentimientos universales; sueños, esperanzas, ilusiones, miedos, tragedias...todo lo que podamos sentir, nos lo cuenta Rob Spera en esta dulce y sugerente película.

Las roadmovies no sé lo que tienen pero me gustan mucho. Esta no es una excepción. Mejorable??? Sí, pero como todo en esta vida y como le pasa a esta humilde crítica.

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