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Voto de kafka:
10
7.5
48,278
Drama
Situada en 1936, Don Gregorio enseñará a Moncho con dedicación y paciencia toda su sabiduría en cuanto a los conocimientos, la literatura, la naturaleza, y hasta las mujeres. Pero el trasfondo de la amenaza política subsistirá siempre, especialmente cuando Don Gregorio es atacado por ser considerado un enemigo del régimen fascista. Así se irá abriendo entre estos dos amigos una brecha, traída por la fuerza del contexto que los rodea. (FILMAFFINITY) [+]
23 de marzo de 2010
43 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tardé tres días en escribir la crítica de esta película. La repasé en mi mente, detenida o esporadicamente, muchas veces. Y sigo pensando lo mismo, aunque me pueda vencer el lado visceral. Es una obra maestra. Es una película inmaculada, antológica y sublime, una de ls cimas del cine español contemporáneo.
A partir de un libro de Manuel Rivas y adaptando tres relatos distintos, esta película logra emocionarme, convencerme, extasiarme. Me toca la fibra. En esencia, es la historia de un niño y un anciano maestro republicano en los albores del golpe franquista, en una zona rural de Galicia. En un sentido más amplio, es una película preciosa y dura al mismo tiempo, divertida y grave, serena y precisa, metafórica y realista, sobre la fragilidad de los sentimientos, de los momentos que creíamos irrompibles, de la validez del ser humano, de la LIBERTAD.
Vuelve Cuerda a la Galicia de "El bosque animado", vuelve a confiar el guión a Azcona y el maestro le sirve una escritura magistral, sabia y honda, una adaptación soberbia y, a través de ella, y del resto del coral reparto, y de la hermosa fotografía y la adecuadísima música del talento Améanbar, de la sobria, elegante y aquí soberamente respetuosa puesta en escena de Cuerda, y a través de otros momentos inolvidables (el solo de saxo del hermano de Hidalgo a la criada china, la entrega de la flor de Hidalgo a la niña en el río, la llegada de los músicos al pueblo: ¿ha resucitado Erice y se ha fusionado con ligereza a un estilo menos grave pero tan sublime como el suyo?) se logra el milagro de asistir a una película en estado de gracia, a una obra maestra, a una cumbre de nuestro cine, a un paradigma de arte sensible, estilizado y hondo, que perturba mis emociones, alimenta mis circuitos vitales y reactiva mi sensación de existir. También amo esta película. Y me la suda mi subjetividad cegadora y sentimental. Es un poema.
P.D.: No quiero ensañarme con algún crítico segregacionista que con singular reduccionismo y sublime torpeza califica semejante sencillo poema esclarecedor (como mínimo buena película) con una puta estretilla desde su ventajista y repugnante atalaya.
A partir de un libro de Manuel Rivas y adaptando tres relatos distintos, esta película logra emocionarme, convencerme, extasiarme. Me toca la fibra. En esencia, es la historia de un niño y un anciano maestro republicano en los albores del golpe franquista, en una zona rural de Galicia. En un sentido más amplio, es una película preciosa y dura al mismo tiempo, divertida y grave, serena y precisa, metafórica y realista, sobre la fragilidad de los sentimientos, de los momentos que creíamos irrompibles, de la validez del ser humano, de la LIBERTAD.
Vuelve Cuerda a la Galicia de "El bosque animado", vuelve a confiar el guión a Azcona y el maestro le sirve una escritura magistral, sabia y honda, una adaptación soberbia y, a través de ella, y del resto del coral reparto, y de la hermosa fotografía y la adecuadísima música del talento Améanbar, de la sobria, elegante y aquí soberamente respetuosa puesta en escena de Cuerda, y a través de otros momentos inolvidables (el solo de saxo del hermano de Hidalgo a la criada china, la entrega de la flor de Hidalgo a la niña en el río, la llegada de los músicos al pueblo: ¿ha resucitado Erice y se ha fusionado con ligereza a un estilo menos grave pero tan sublime como el suyo?) se logra el milagro de asistir a una película en estado de gracia, a una obra maestra, a una cumbre de nuestro cine, a un paradigma de arte sensible, estilizado y hondo, que perturba mis emociones, alimenta mis circuitos vitales y reactiva mi sensación de existir. También amo esta película. Y me la suda mi subjetividad cegadora y sentimental. Es un poema.
P.D.: No quiero ensañarme con algún crítico segregacionista que con singular reduccionismo y sublime torpeza califica semejante sencillo poema esclarecedor (como mínimo buena película) con una puta estretilla desde su ventajista y repugnante atalaya.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Viendo salir a un inmenso, inmejorable y definitivamente legendario Fernán Gómez del tétrico sótano en el que lo han tenido detenido una noche, cegado por la luz del sol, medio ciego de cansancio y pena, viendo cómo éste da un respingo tan imperceptible como infinito al escuchar y ver a su infante pupilo Manuel Hidalgo (espléndido descubrimiento) gritarle "¡Rojo!" y "Asesino", a uno se le pone la piel de gallina, se le cae el alma al suelo, se le enrabieta y a la vez serenan las entrañas por ver cuán frágil, cuán manipulable, cuán vallada (y muerta, a veces) está la LIBERTAD del ser humano (y no hago aqui apología prorepublicana o izquierdista). Y la mirada límpida, inmaculada y serena del maravilloso niño se vuelve en una mirada embrutecida, salvaje e inconsciente, y en ese momento, con Manuel Hidalgo siendo uno más entre el grupo de niños que aporrean a esos "apestados" que se llevan los fascistas, uno se siente paradójicamente vivo, siente correr sangre de verdad por sus venas, siente estremecerse, siente una sonada victoria de libertad para sí mismo en medio de tan magnánima derrota.